Sito Alonso se resistía a denominar finales los partidos que jugaba su equipo, hasta que la semana pasada, tras perder contra el Cajasol, anunció que «todos los partidos que nos quedan son finales». Pues bien, la primera final disputada por Lagun Aro GBC deja a la escuadra donostiarra aún peor que hace una semana. La Fonteta volvió a ser inexpugnable para Gipuzkoa Basket, que se vino abajo tras el descanso, con un parcial de 26-7 imposible de levantar.

No es que la primera mitad empezara mucho mejor, ya que el trío compuesto por Dubljevic, Markovic y Doellman no paraba de causar estragos, hasta el punto de que los de Velimir Perasovic cerraban el cuarto con un 25-18 favorable.

Dispuesto a hacer lo que hiciera falta por ganar, Sito Alonso probó a rotar cuanto pudo su banquillo, y encontró en Ibekwe y Paunic las respuestas apropiadas, junto con buenos minutos de Woods. El Valencia Basket mantenía su renta alrededor de la decena, pero un par de triples de Salgado dejaban el partido con mucha vida por delante en tiempo de descanso: 44-39.

Todavía quedaba mucha tela que cortar, y parecía que Gipuzkoa Basket había logrado sortear uno de los mayores escollos, como era la arrancada taronja. Pero era obvio que ante un rival como el Valencia Basket, por mucho que tuviera las ausencias de Pietrus, Lischuk y Faverani, iba a ser esencial mantener la concentración los 40 minutos, algo que no sucedió al arranque del tercer período, clave para el devenir de un encuentro que se rompió ahí.

Un parcial de 11-0 letal

Doellman se erigió en verdadera pesadilla de los donostiarras en la reanudación. El exjugador de Alicante y Manresa anotó siete puntos en esos minutos, dando inicio de su mano a un parcial de 11-0 del que no se repondría la escuadra guipuzcoana.

Si los interiores taronja machacaban a su rival cerca del aro con puntos y rebotes, tres triples casi seguidos que lograron Rafa Martínez y Rodrigo San Miguel dieron continuidad a la escabechina valenciana, que por momentos se gustaba a costa de los de Sito Alonso, incapaces de dar la réplica, presas del desacierto -Morris Finley firmó una carta de tiro de 0 de 9 y el propio Woods acabaría con 4 canastas en juego de 12 lanzamientos- y de una ansiedad cada vez mayor. Al final del tercer cuarto, tras un parcial de 26-7, el partido estaba finiquitado con 70-46 en el luminoso.

A partir de ahí, Gipuzkoa Basket trató de maquillar el resultado, impidiendo en la medida de lo posible que los de Perasovic pudieran solazarse con una escandalosa paliza. Solo lo pudieron evitar a medias, ya que volverían a caer en este último período, aunque al menos evitaron que la renta taronja superase los 30 puntos.

Después de este partido, Valencia Basket postula por la cuarta plaza, y Lagun Aro GBC se ve en la obligación, sin comillas, de ganar sus cuatro finales, empezando por el Obradoiro.