El presidente de Kutxabank, Mario Fernández, defendió ayer que la dación en pago es una solución válida solo para «deudores de buena fe». En una entrevista concedida a Onda Vasca, advirtió además que una dación en pago de carácter general tendría un efecto «absolutamente espeluznante» en la cuenta de resultados, así como en la «subsistencia y la viabilidad» de Kutxabank y del sistema financiero en general.

En esta línea, Fernández insistió en que «todos los deudores de buena fe» que, como consecuencia de la pérdida de empleo, no puedan atender los vencimientos de pago, «van a encontrar una solución en Kutxabank». Según afirmó, la entidad hace «un traje a medida» a los afectados que -destacó- si son deudores de «buena fe» tienen «derecho a exigir que se les dé una solución a su medida».

Fernández no detalló las características de esa solución «a medida», aunque informó de que, desde el 1 de enero de 2012, fecha de constitución del banco, hasta el día de ayer, se han alcanzado 5.500 acuerdos con «deudores que no podían atender al pago de su hipoteca por razones ajenas a su voluntad».

No obstante, en opinión de Fernández, también hay deudores que no actúan «de buena fe» que, «aprovechando aquello de que el Pisuerga pasa por Valladolid, pura y sencillamente, no quieren alcanzar un acuerdo o exigen que el único posible sea eso que llaman dación en pago».

Rajoy se congratula

Mientras tanto, en Madrid, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, aseguró que su Ejecutivo es «el primero de la democracia en hacer una ley para abordar los desahucios». Afirmó que respeta «absolutamente» la ILP contra los desahucios y sobre la dación en pago -que recibió el respaldo de casi un millón y medio de ciudadanos-, pero reveló que no comparte su contenido.

Rajoy defendió que la nueva ley elaborada por su gabinete en sustitución de la ILP presentada por la PAH «es lo que es realmente útil para la gente» y señaló que su intención es «solucionar los problemas de los deudores al tiempo que se preserva un sistema hipotecario que ha permitido adquirir viviendas y acceder al crédito para que siga funcionando». Asimismo, contrapuso las medidas presentadas por su Gobierno frente a «medidas populistas» y «manifestaciones organizadas vulnerando los derechos democráticos de muchos diputados», en referencia a los escraches.

Tras la intervención de Rajoy, el diputado del Grupo Mixto Joan Baldoví acusó al presidente de esconder el debate sobre los desahucios en la Comisión de Economía, que la semana pasada aprobó la nueva ley, para no abordarlo en el Pleno de la Cámara y de haber «desvestido impúdicamente» la ILP.

Por otra parte, el portavoz del Gobierno de Nafarroa, Juan Luis Sánchez de Muniáin, consideró que es de «dudosa eficacia» la medida de expropiar temporalmente viviendas de los bancos para evitar desahucios, una medida adoptada en Andalucía, y abogó por buscar otras soluciones, aunque reconoció que la legalidad de la propuesta «parece ser posible».