Vecinas y vecinos de Otxarkoaga y Uribarri se concentraron ayer ante las oficinas de Metro Bilbao tras una pancarta en la que podía leerse «¿Para cuándo la Línea 3 del metro?», una de las interrogantes que plantean colectivos como la Asociación de Familias de Otxarkoaga y Gure Etxea de Uribarri tras conocer, a través de los medios de comunicación, que no se pondrá en marcha hasta 2017, cinco años después de la fecha prevista.

En representación de los colectivos vecinales, Carlos Ruiz explicó a GARA que las últimas informaciones dibujan un «panorama bastante confuso», ante el que quieren «saber qué es lo que pasa, cuándo va a ser la fecha final de obra, cuánto nos va a costar a la ciudadanía y cómo se van a remediar las afecciones que llevamos sufriendo durante casi cuatro años».

Sobre la puesta en marcha de la obra, la última noticia difundida sitúa la apertura de la Línea 3 en 2017, en boca de la consejera de Medio Ambiente y Planificación Territorial de Lakua, Ana Oregi. En los barrios bilbainos afectados no tienen duda de que la obra se retrasará a la vista del estado en que se encuentran los trabajos: «Falta una parte por excavar, los hormigonados de las paredes de los túneles están sin terminar, las estaciones están sin hacer, catenarias, vías...».

Además del retraso, los vecinos también tienen dudas sobre la financiación de la obra. «Nos encontramos con una desviación presupuestaria importantísima, de casi el doble del presupuesto inicial, sin ningún tipo de justificación y al 50% de la realización», según explican. Y resaltan que, primero, el Gobierno de Iñigo Urkullu anunció en su borrador de presupuesto que el proyecto «se congela»; «la semana siguiente, Diputación dice que continuará con su financiación»; y «ahora se habla de 2017», cuando «además sabemos que en los tres últimos años la Diputación de Bizkaia no había aportado la parte que le correspondía, 12 millones por año».

Afecciones en los barrios

El otro punto que quieren clarificar es la afección de las obras que soportan desde hace cuatro años y que tildan de «grave» en puntos como la calle Tívoli, en la zona de la estación de Matiko, donde destacan la existencia de un bloque «rodeado de una acera de 80 centímetros», una guardería a pie de obra y el constante ruido y paso de camiones; o la Travesía C de Uribarri, entre otros puntos, donde además de pequeñas aceras, soportan vallados que obstaculizan el acceso a viviendas y hay negocios cerrados «porque les han bloqueado».