Máximas de 8 grados, alguna que otra leve precipitación en forma de granizo, viento de componente norte... Aunque no lo parezca, estamos en primavera. Hoy es 29 de abril y ayer la ciudadanía alavesa celebró, como cada año, el Día de San Prudencio, el patrón del herrialde. Una jornada festiva marcada por el frío, que dejó heladas a las personas congregadas en las campas de Armentia.

Pero las bajas temperaturas, anunciadas desde hace días por las agencias de meteorología, no fueron una excusa para los alaveses y las alavesas, que desde primera hora de la mañana emprendieron la marcha en dirección a la basílica de Armentia, situada en la zona sur de Gasteiz, para rendir tributo al patrón. Así, a partir de las diez de la mañana, comenzó a tomar forma una larga serpiente humana, formada por cientos de personas, que serpenteaba por el paseo de San Prudencio en dirección a las campas.  

Cabe señalar, que, como en anteriores ocasiones, dicho paseo se convirtió en un punto de encuentro para los movimientos sociales y sindicales de la capital alavesa, que aprovecharon la fecha para exponer sus reclamaciones ante la ciudadanía. Por ejemplo, Mediak Aske volvió a mostrar su oposición a la construcción de centrales eólicas en espacios protegidos, y Etxerat recordó que muchos gasteiztarras no han podido disfrutar de estas fiestas por estar encerrados en prisiones españolas y francesas.

Ya en las campas, los presentes se hicieron con un hueco en las txosnas a la espera de la misa en recuerdo del patrón. Una cita eclesiástica, a la que asistió un nutrido grupo de representantes institucionales, que estuvo precedida de una corta procesión alrededor de la basílica. Tras la ceremonia, que finalizó a las doce y cuarto de la mañana, el lehendakari, Iñigo Urkullu, y el diputado general de Araba, Javier De Andrés, presenciaron el aurresku de honor a San Prudencio.

La aparición de los políticos, que coincidió con una granizada, despertó reacciones adversas entre el público, ya que, mientras unos criticaban la gestión institucional y cargaban contra los dirigentes locales, otros aplaudían la presencia de los mismos. A este respecto, matizar que los políticos presenciaron el homenaje protegidos tras un cordón policial. Un amplio dispositivo de seguridad compuesto por agentes de la policía local, ertzainas y miñones.

A la misa, celebrada por el obispo de Gasteiz, Miguel Asurmendi, también asistieron los responsables del proyecto educativo Egibide, galardonados con la Medalla de Oro de Araba. Según explicó la Diputación foral en un comunicado, la condecoración es un «reconocimiento a su más que brillante trayectoria, durante la que ha formado a un importante número de profesionales, ya que por sus aulas han pasado más de 80.000 alumnos y alumnas».

Sol en las campas

Mientras los dirigentes institucionales presenciaban el aurresku de honor en la puerta de la iglesia, decenas de personas anónimas disfrutaban de una exhibición de dantzas en el escenario principal, situado junto a la basílica. La muestra, a cargo de Eguzkilore Dantza Taldea, dio color a las campas e hizo frente a la granizada. Una leve precipitación que activo el ingenio de los feriantes, que aprovecharon las incidencias meteorológicas para vender paraguas.

Al mediodía las txonas se convirtieron en un punto de encuentro para las cuadrillas. Txoripanes, talos, caroles... La oferta gastronómica variaba en función de la edad y del presupuesto, y las colas de los puestos indicaban cual era el menú. Si la fila estaba formada por personas mayores se podía intuir el plato estrella: caracoles. Si por el contrario, el cola estaba llena de jóvenes la especialidad culinaria guardaba relación con los talos y los bocadillos.

La sobremesa llegó acompañada del sol. Pese a que este no consiguió calentar el ambiente y la temperatura no superó los diez grados, conforme avanzaba la tarde las cuadrillas fueron tomando las campas de Armentia para pasar un buen rato con los amigos, o para descansar y hacer frente a los estragos derivados de una noche de fiesta. La calma finalizó a las seis de la tarde cuando el grupo Haitzama se subió al escenario para poner en el broche final a la romería.

Pos su parte, aquellos que no quisieron subir a Armentia disfrutaron de una jornada marcada por el ruido de los tambores en el centro de Gasteiz. En la capital alavesa el día en honor a San Prudencio comenzó a las nueve de la mañana en la Plaza de la Provincia, donde la Banda de Txistularis y Trompeteros de la Diputación interpretó el zortziko «Álava».

Y al mediodía, tuvo lugar la XXXIV Tamborrada de los Biznietos de Celedón. Los tambores de esta cuadrilla de blusas y neskas resonaron durante horas por el centro de Gasteiz y por Alde Zaharra antes de finalizar su desfile en la Fuente de los Patos, junto a la calle Herrería.

Asimismo, a las seis de la tarde, los más pequeños tomaron sus baquetas y sus tambores para desfilar desde la Torre de Doña Otxanda, situada en la calle Siervas de Jesús, junto al Palacio Foral, hasta la Plaza Nueva Gasteiz. Vestidos de militares y cocineros, las niñas y los niños marcaron el paso de los vecinos de Gasteiz y de los turistas, que miraban con interés un evento desconocido para ellos.

Retreta y tamborrada

Con los últimos redobles, los pequeños finalizaron la tamborrada infantil y pusieron fin a las fiestas en honor de San Prudencio. Una celebración que comenzó 24 horas antes en la Plaza la Provincia con la retreta. La marcha militar, que corrió a cargo de los Trompeteros y Atabaleros de la Diputación de Araba, estuvo amenizada con las actuaciones de Garikoitz & Furundarena, Folkon e Indarra Dantza Taldea.

Después, a las once y media de la noche, los integrantes de las sociedades gastronómicas de la capital alavesa se dieron cita frente al Palacio Foral para interpretar la tamborrada. Decenas de personas procedentes de 28 sociedades gastronómicas, creadas en su mayoría durante la década de los 70, marcaron el paso de aquellos que se atrevieron a hacer frente al frío de «Siberia-Gasteiz».

Tras tocar en la Plaza de la Provincia, los participantes en la misma tomaron con sus tambores las laderas de Alde Zaharra, donde no cabía un alfiler. Como era de esperar, las fechas repercutieron sobre el número de visitantes, ya que muchos jóvenes, naturales de los herrialdes limítrofes, aprovecharon el fin de semana para salir de fiesta por el centro de Gasteiz. Al fin y al cabo, San Prudencio tiene el honor de abrir el calendario de fiestas en Araba.

Nuestra Señora

Dentro de dos días, el miércoles, los alaveses tienen otra cita en el Monasterio de Estibaliz, al este de la capital. Allí se celebrará el Día de Nuestra Señora de Estibaliz, patrona de los alaveses. Entre los actos organizados en su honor, destaca el concurso de pintura rápida al aire libre. Las obras presentadas por los participantes serán expuestas en el Centro de Acogida del monasterio por la tarde, y la entrega de premios, que pondrá punto y final a la jornada, tendrá lugar a las siete.

Además, las personas que se acerquen podrán disfrutar del XXI Campeonato de aurresku y baile al suelto de Araba, de un concurso culinario y de una exhibición de herri kirolak.