Maite SOROA | msoroa@gara.net
Guerra en la derechona
La prensa de extremo centro se encuentra dividida entre quienes defienden con uñas y dientes a Rajoy y todo lo que este hace o deja de hacer, por un lado, y quienes ya no disimulan y vapulean al presidente español un día sí y otro también, por otro. Veamos algunas de las numerosas muestras.
«El Mundo» abría su edición con este titular: «El clamor contra la política de Rajoy prende en los empresarios». Ya saben, protestan los desahuciados, los parados, los trabajadores... y son «proetarras», pero si los empresarios no están de acuerdo, tienen razón y el malo es Rajoy. En el mismo diario, Luis María Anson se quejaba de que el presidente español va a empobrecer el sector privado, y ve las cosas muy negras, ante lo cual es preciso tomar medidas, «porque las cosas tienen un límite y estamos en una situación prerrevolucionaria con un régimen agotado que pide a gritos la inmediata reforma constitucional». ¿Les recuerda a algo la soflama?
En «Libertaddigital» encontrábamos, además de su editorial, titulado «Cuando la Abogacía tiene que hacer de Gobierno», refiriéndose al «impecable recurso que la Abogacía del Estado ha preparado contra la declaración soberanista del Parlamento de Cataluña», un artículo de Cayetano González titulado «Rajoy no da más de sí», porque le parece un blando, y otro de Guillermo Dupuy, «El carácter de Rajoy nos condena», en el que no parece estar muy de acuerdo con la política económica de aquel.
Para «Abc», en cambio, si el otro día la culpa del paro era de Merkel, ayer la culpa de la deriva española era del PSOE, según titulaba en primera: «Rajoy reprocha al PSOE que no asuma el coste de un pacto contra la crisis», si bien en su segundo editorial le pedía lo mismo que los medios que le despellejaban, que ponga «a dieta» el Estado.
Y «La Razón», prietas las filas, aseguraba que el pacto es «con los 47 millones de españoles» e insistía en lo mal que dejó el asunto Zapatero y en lo bien que lo ha hecho Rajoy, todo ello «frente a las voces de otros medios, algunos supuestamente identificados con los votantes del PP, que ponen en cuestión a Mariano Rajoy y dan pábulo a quienes promueven su renuncia o pretenden deslegitimarlo». Y le sobraba energía para arremeter en `El Submarino' contra «La traicionera Rosa Díez», que fue «una ferviente nacionalista mientras ejerció de consejera de Turismo del Gobierno vasco». Ciertamente, tan nacionalista española como lo es hoy día, y tanto como Marhuenda.