Los tres principales grupos parlamentarios de la Cámara autonómica mantuvieron ayer una primera reunión para arrancar los trabajos de la Ponencia de Paz y Convivencia. Cada uno de ellos llevó su propuesta y en los próximos encuentros se buscará dar con los puntos de consenso compartidos que permitan definir la labor que debe desempeñar este foro parlamentario y hacia dónde quiere dirigir sus esfuerzos.

Esta primera cita fue cordial, aunque permitió ver que PNV, EH Bildu y PSE tienen tres propuesta de arranque diferentes para la Ponencia que deberán ir engarzando entre sí.

El PNV llegó a la reunión con su guión de trabajo preparado para la ponencia de la pasada legislatura, muchos de cuyos puntos quedaron sin abordar en los pocos meses que duró su trabajo. El grupo jeltzale cree preciso avanzar sobre materias como «elaborar consensos preventivos en materias especialmente sensibles para consolidar una nueva cultura de paz, convivencia y reconciliación; hacer seguimiento e impulso de las políticas públicas en materia de memoria, reconocimiento y reparación a las víctimas; e impulsar las políticas públicas de promoción y difusión de los derechos humanos en la sociedad vasca».

Junto a esto, el PNV tiene también entre sus prioridades que la Ponencia acuerde «un dictamen con recomendaciones consensuadas sobre política penitenciaria», que también quedó pendiente en la pasada legislatura y que en esta adquiere una nueva dimensión.

La cuestión de la política penitenciaria y, en general, todas las vulneraciones de derechos son también parte primordial del programa de trabajo elaborado por EH Bildu. En relación al pasado, la coalición pretende que se aborde el reconocimiento de lo que ha sucedido, toda la verdad, justicia y reparación. En segundo lugar, en cuanto al presente, poner fin a las situaciones de excepción que persisten. Y sobre el futuro, construir sin injerencias la garantía de que el pasado no vuelva.

El PSE llegó a la cita anunciando la necesidad de que la ponencia volviera a ratificar las conclusiones de la legislatura pasada.

Los grupos acodaron ir buscando puntos de consenso para avanzar en los trabajos. La próxima reunión ha quedado convocada para el 13 de mayo.

Ambiente cordial

La reunión de ayer había sido convocada en una de las salas de comisiones del Parlamento, con una mesa enorme para los apenas siete integrantes de la ponencia, dos portavoces de cada grupo y el letrado mayor de la Cámara.

Los primeros en llegar fueron los parlamentarios de EH Bildu Laura Mintegi y Julen Arzuaga, que se sentaron en el lugar que ocupan habitualmente. En cuanto entraron Rodolfo Ares y José Antonio Pastor, del PSE, ambos se levantaron para saludarles. Mientras intercambiaban opiniones, aparecieron los jeltzales Joseba Egibar e Iñigo Iturrate. Los seis formaron un corro en el que empezaron a tomar las primera decisiones, como la no grabación y traducción de la sesión.

Luego, al sentarse, vieron que estaban muy lejos unos en frente de otros, y acordaron acercarse y sentarse en «L» para favorecer la comunicación.

Después se cerró la puerta y los seis parlamentarios y el letrado mayor se quedaron a solas para, durante una hora y veinte minutos, empezar a desbrozar el camino hacia un acuerdo de paz y convivencia.