El alcalde de Donostia, Juan Karlos Izagirre, consideró que la decisión del Tribunal Constitucional de prohibir que se pueda designar para dirigir departamentos a personas que no hayan sido elegidas como concejales supone «una nueva intromisión de Madrid en la autonomía municipal».

En Hego Euskal Herria, la medida pone en un brete a los ayuntamientos de Donostia y Bilbo, que tendrán que reorganizar su reparto de funciones. En el Estado español la sentencia afecta a cerca de cuarenta cargos municipales.

En el caso de la capital guipuzcoana, los afectados son el delegado de Hacienda, Jabi Vitoria, y la responsable de Cultura y Euskara, Nerea Txapartegi. Izagirre destacó la labor realizada por ambos y tildó de «injerencias» este tipo de decisiones.

PSE y PP aprovecharon la circunstancia para remarcar que «se evidencia aún más la situación de minoría del Gobierno local de Bildu» y mostraron su urgencia por conocer quién tomará el timón en lo referente a la Capitalidad Cultural.

Aldekoa, en Bilbo

En Bilbo, a pesar de contar con mayoría absoluta y por tanto con un numeroso grupo de electos, Iñaki Azkuna nombró como consejero delegado a Andoni Aldekoa, definido por algunos medios como la mano derecha del alcalde. Aldekoa asumió el cargo al inicio esta legislatura después de haber sido director de Alcaldía desde junio de 2003.

En ambos casos, los equipos de gobierno están a la espera de recibir la sentencia para que esta sea analizada por sus servicios jurídicos.

En Gasteiz existía un caso similar hasta el pasado noviembre. La responsable de Cultura, Encina Serrano, no tenía acta de concejal, pero cuando Fernando Aránguiz, hasta entonces responsable de Promoción Económica y Empleo y teniente alcalde, fue nombrado nuevo presidente de la Caja Vital, «corrió la lista» Serrano asumió su lugar.