Maite SOROA | msoroa@gara.net
Xenofobia digital
La prensa cavernaria no es propensa a evitar la publicación de verdaderas barbaridades, pero sí suele guardar las formas, según los temas. Algunos medios, sin embargo, no se molestan ni en eso, porque lo que buscan es destacar, sabiendo siempre habrá quien les aplauda.
Alguna vez hemos recogido en esta lupa alguna «información» de «Alerta digital» que no era sino un aplauso a los llamamientos golpistas de algunos militares. Pero, además de una exhibición constante de ultranacionalismo español, lo es también también de xenofobia y homofobia hasta el regodeo. Vean esta pequeña muestra.
Una de las principales noticias de ayer era esta: «Un chiste llamado Cataluña: Un paquistaní se fuga de la cárcel Modelo de Barcelona haciéndose pasar por su hermano». Ya, de una cárcel española no se habría fugado, y menos un paquistaní, ¿no?
Esta otra dejaba claro que hasta el PP le parece un partido de rojería y degeneración: «El alcalde de Badajoz (PP) anuncia que pondrá el Ayuntamiento a disposición de una fiesta homosexual». Y por si fuera poco, «El político del PP anunció también que el Ayuntamiento impedirá a los vecinos de Badajoz el acceso el aparcamiento de la Plaza de San José, para servir al interés particular de los organizadores de la fiesta sodomita». Sin comentarios.
También se fija habitualmente en nuestro país, como no podía ser de otra manera, y denunciaba que el Ayuntamiento de Altsasu, «en manos de Bildu, suprime los actos religiosos de las fiestas». Se refiere a que el pleno decidió que el Ayuntamiento no participe en actos religiosos, puesto que las instituciones públicas son laicas y aconfesionales. Lo son, ¿verdad? Y, naturalmente, también se escandalizaba porque «Los socialistas catalanes quieren que se prohíban las misas en todos los actos institucionales». ¡Cómo! Tendrían que ser de obligada asistencia para todos.
Por último, una perla referida al atentado de Boston, ciudad que denominaba «capital de la estupidez occidental», de la mano de Enrique Diego, uno de sus más brillantes redactores, que comenzaba así: «Cuatro personas han muerto asesinadas en Boston por dos descerebrados islamistas -lo cual es una redundancia-. Tres por bombas, mientras asistían a la popular maratón, y un valeroso policía que se enfrentó a la escoria musulmana. No han muerto más porque los ángeles custodios han hecho horas extra. No, desde luego, por el FBI (...)». Suficiente, ¿verdad?