Amparo LASHERAS Periodista
En el interior de una bomba mortal
Cuando una mira a su alrededor, lo primero que descubre es su barrio, luego su ciudad, después el pueblo al que pertenece y más allá el continente que delimita su territorio. De pronto, mientras sigue pensando qué es y por dónde camina, se topa con el mundo entero a punto de explotar en el interior de una mortífera bomba, llamada capitalismo, de la que nadie se salva si se permanece dentro, capeando el temporal de la miseria o con la mansedumbre de la resignación casi apocalíptica de quedarse quieta y sin hacer nada.
Les diré que este es el primer comentario que se me ocurre después de leer el libro del historiador Josep Fontana `El futuro es un país extraño', una extensa reflexión sobre la crisis social que se ha desencadenado con la llegada del siglo XXI. Fontana retrata el sistema y el poderío capitalista con crudeza y eso, no cabe duda, produce el malestar de la impotencia, pero también lleva inmediatamente a la pregunta que se hizo Lenin a principios del siglo pasado: ¿qué hacer?
La respuesta dio lugar a una ideología y a una revolución que, aún con sus defectos, durante el siglo XX sirvió de contención al gran capital que, ahora, se manifiesta en una realidad que arrasa derechos y libertades y «privatiza», como afirma Fontana, la política y, con ello, la voluntad de los gobiernos. Sin embargo, se abre a la esperanza y advierte que nadie, pueblos y trabajadores, debe «limitarse a resistir, hay que aspirar a cambiar lo que se combate». Por lo tanto volvemos a ese ¿qué hacer? que todavía no tiene respuesta y golpea con fuerza el deseo revolucionario. De momento, el libro merece una atenta lectura para calibrar mejor ese futuro al que también se enfrenta Euskal Herria.