Ricardo González de Durana, presidente, María Jesús González, José Antonio Urrutia y el asesor José Ramón Zugadi, de la asociación Kaltetuak, afectados por las aportaciones de Eroski y Fagor, reclamaron de la Administración vasca «una mediación real» para solucionar «el grave problema que tenemos, porque hemos aportado 800 millones, unas 40.000 familias, y nos niegan la posibilidad de recuperar esas cantidades».

Pidieron a la directora de Kontsumobide -Instituto Vasco de Consumo-, Belén Greaves, que «no obstaculice» y exigieron al Gobierno de Gasteiz que intervenga «en serio» ante el Grupo Mondragón para conseguir «que nos sea devuelto el dinero invertido en estos productos financieros». Entre los miembros de esa asociación hubo diferentes posturas hacia Greaves, ya que algunos pidieron su dimisión y otros afirmaron que es un tema que no se ha tratado en el seno del grupo.

Sin embargo, sí pidieron a la directora de Kontsumobide que «no intervenga, porque ese organismo no puede solucionar este asunto, porque no tiene competencias para obligar a ninguna entidad a devolver las cantidades que nos han retenido mediante engaño». También culparon al Ejecutivo de Gasteiz de fijar su decisión sobre el 5% que cobraron las entidades financieras, cuando «el problema está en el grupo cooperativo, que siempre ha sido considerado un ejemplo. Hemos comprobado su engaño y mala fe».

Kaltetuak sostiene que hasta 2007, antes de que entrara en vigor la ley europea de protección del consumidor, «la legislación ad hoc en beneficio del grupo cooperativo por parte del exlehendakari Juan José Ibarretxe, permitía todos esos extremos, aunque no nos los explicaron de forma correcta. Nos engañaron», dijeron. Pero, a partir de esa fecha, «nuestros derechos deberían estar asegurados, cosa que no está ocurriendo, como ha quedado en evidencia». Denunciaron «una estafa a pequeños ahorradores con las aportaciones financieras subordinadas de Eroski y Fagor, un producto financiero de alto riesgo recomendado para inversores expertos».

Los representantes de la asociación criticaron la resolución adoptada en el Parlamento de Gasteiz, «con apoyo de PNV y EH Bildu» y aseguraron que «ya adelantamos al Grupo Mondragón que nos íbamos a mover».