La cuenta atrás se agota y las oportunidades también. Con solo nueve puntos por disputar, algunas distancias amenazan con convertirse en definitivas, así que no son pocos los equipos obligados a ganar si quieren mantenerse con opciones de pelear por sus objetivos.

Circunstancia que se da, por ejemplo, en el que sin duda es el partido de la jornada. Bilbao Athletic y Alavés se enfrentan nada menos que en San Mamés, a pocas semanas de que el estadio bilbaino sea ya historia, y con las gradas a rebosar. Solo en Gasteiz ya se han vendido 3.000 entradas, a lo que habrá que añadir los aficionados albiazules que las adquieran hoy mismo en la Catedral y, por supuesto, los más numerosos todavía seguidores rojiblancos, que no acostumbran a fallar en este tipo de citas. El que no puede fallar es, precisamente, el equipo de Ziganda -que hoy no podrá contar con el sancionado Erik Morán- que, con cinco puntos de desventaja tras su tropiezo en Lasesarre, está obligado a ganar si quiere mantener opciones de asaltar el liderato. La preocupación, en ese sentido, es doble para el Alavés -que pierde a Juanje para la cita, también por sanción- que, en caso de tropiezo, no solo volvería a tener al Bilbao Athletic pisándole los talones, sino que además ofrecería al Eibar la posibilidad de arrebatarle el primer puesto.

Aunque para eso los armeros deberían sumar su novena victoria consecutiva. Que no es fácil. No solo porque siguen arrastrando un buen rosario de bajas -recuperan a Errasti, pero mantienen a Añibarro, Abaroa y Guille Roldán en la enfermería-, sino porque visitan a un Lleida especialmente complicado en su estadio y que, amén de recuperar a jugadores importantes, forma parte de ese grupo que no se puede permitir tonterías, después de que el Barakaldo le arrebatase la cuarta plaza la semana pasada. Otro de los que pelean por recuperarla y que, con más motivo aún que los catalanes -su desventaja se ha ido ya a los cuatro puntos-, no puede permitirse más tropiezos, es el Amorebieta. El equipo vizcaino parece encontrarse también ante su última oportunidad. Una victoria le mantendría vivo, muy vivo dependiendo de los resultados de sus rivales, pero una derrota, más allá de lo que puedan decir las matemáticas, le dejaría eliminado de la pelea por el play-off. Hoy tendrá enfrente al Sanse, que no viaja con ultimátum, pero si quiere dar cierto aire de final al choque. Y es que con un triunfo, el filial txuriurdin tendría la permanencia prácticamente sellada.

Al rojo vivo

En las mismas anda el River, protagonista de uno de los duelos directos en la apretadísima pelea por la salvación. Los verdinegros, que podrían tener bastante con sumar un triunfo en estas tres jornadas -y que pierden hoy a Terrón- reciben a un Promesas al que, pese a las mínimas distancias, se le agota el margen de error. Si el filial rojillo no da continuidad a su última victoria, se le complicará muchísimo la permanencia. Otro tanto puede decirse del Izarra, al que solo separa unpunto de la salvación -anque Teruel y Gimnástica tienen un partido menos-, pero que tampoco puede permitirse errores ante la SD Logroñés, frente a la que intentará dar continuidad a su increíble remontada del pasado domingo. Chechu Martínez recupera a Casado pero pierde a Barrena para la cita.

Qué decir de la Peña Sport, que apenas ha levantado cabeza en esta segunda vuelta, lo que le tiene al borde del k.o. Segundo desplazamiento a Logroño consecutivo para los de Sergio Amatriain, esta vez para visitar a la UD Logroñés y esta vez con Castán, Jiménez e Iparragirre. Y sobre todo con la obligación de ganar para evitar que incluso la esperanza se esfume. La jornada, además, puede resultar especialmente propicia para los que celebren la victoria merced a otro duelo directo, el que enfrentará a Racing y Teruel.

Objetivos bien diferentes tienen en mente los protagonistas del que puede competir con el de San Mamés por considerarse el derbi más bonito de la jornada. El Ciudad de Tudela acoge el duelo entre un Tudelano en busca de la Copa y un Barakaldo -que pierde a Basagoiti, pero recupera a Ariño y Garrido- que no tiene la más mínima intención de soltar la cuarta plaza a la que se aupó la semana pasada y que también estará bien apoyado en la grada.

El Real Unión, por ultimo, intentará también acercarse a la Copa y echar una mano a los de abajo en su visita al Zaragoza B.