La OIT insta al Gobierno de Bangladesh a cerrar todas las fábricas inseguras
GARA |
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) urgió a Bangladesh a que cierre los talleres inseguros para evitar tragedias como la ocurrida recientemente que ya ha dejado 548 muertos.
El hundimiento de un edificio de ocho pisos que albergaba talleres de confección en Savar, cerca de Dacca, la semana pasada ha sido el último de un rosario de catástrofes que ha afectado a la industria textil, que mueve 20.000 millones de dólares y que representa el 80% de las exportaciones de Bangladesh. Hay que tomar medidas para garantizar que estos «accidentes evitables», que empañan la imagen industrial de Bangladesh, no vuelvan a ocurrir, dijo Gilbert Houngbo, vicedirector general de operaciones sobre el terreno de la Organización Internacional del Trabajo. «Parte de lo que se necesita hacer es asegurarse de que hay una inspección en todas las fábricas y de que se tomen acciones preventivas», dijo Houngbo. «Algunos talleres (que no se puedan reparar) tendrán que cerrar», dijo el exprimer ministro de Togo.
El responsable de la investigación gubernamental del desastre, Main Uddin Khandaker, indicó que el desmoronamiento del edificio se debió a las vibraciones de cuatro gigantescos generadores instalados ilegalmente en los pisos superiores. «Cuando se activaron los generadores a raíz de un corte de energía eléctrica crearon una vibración, y junto con la vibración de miles de máquinas de coser, desencadenaron el derrumbe», afirmó el funcionario el viernes.
El edificio Rana Plaza, que «se desmoronó como un castillo de naipes», fue construido para «uso comercial» y no como una fábrica, por lo que no soportó las vibraciones porque el propietario utilizó materiales de mala calidad para construirlo, agregó el funcionario.
El Gobierno de Bangladesh pidió ayer a la Unión Europea que no sancione a su industra textil en respuesta por el colapso del edificio Rana Plaza. La UE, que da trato preferencial a Bangladesh en el ámbito textil, había amenazado con tomar medidas de castigo para obligar al Gobierno a que mejore la seguridad de los trabajadores, tras el peor accidente industrial de la historia del país.
Bangladesh, con una población de 153 millones de personas, sólo cuenta con 50 inspectores para garantizar la seguridad de sus decenas de miles de fábricas, incluidos unos 4.500 talleres de ropa.
El funcionario de la OIT Gilbert Houngbo también culpó de la falta de seguridad en los talleres a las empresas extranjeras: «todo el mundo quiere comprar la máxima calidad al menor precio». Los compradores internacionales deberían mostrar responsabilidad corporativa, agregó Houngbo, que se reunió durante su visita de cuatro días con la primera ministra, Sheikh Hasina Wazed, para transmitirle la preocupación de la OIT sobre la tragedia, así como con organizaciones de trabajadores y de empresarios. «No habría que hacer negocios con una empresa en Bangladesh si sabes muy bien que abusa o incumple la legislación nacional», sostuvo.