Como venía anticipando desde el acto celebrado hace unos meses bajo el lema ``Lortu dugu'', la organización Gesto por la Paz ha dado por concluida su trayectoria de 28 años al considerar que su objetivo se ha cumplido. Lo oficializó ayer en una asamblea general en la que también definió cinco puntos para desarrollar el escenario actual.

Además de reivindicar la desaparición definitiva de ETA «sin ningún tipo de contrapartida o condicionante», en lo que respecta a la cuestión de los presos Gesto plantea que «la política penitenciaria debe facilitar los procesos individuales de reinserción que partan del reconocimiento crítico del daño causado. Tiene que darse una aplicación normalizada de la legislación vigente y, en general, se debe humanizar el tratamiento de los presos».

Entre las «tareas por hacer» de las que habla su mensaje de despedida está también de la «mantener la separación radical entre el desarrollo de los proyectos políticos y el problema de la violencia terrorista. El futuro dependerá de los acuerdos y consensos que libremente se alcancen en cada momento, desde una concepción dinámica de la política que se ve tremendamente favorecida por la desaparición de la violencia». En todo momento, Gesto equipara implícitamente violencia con ETA.

Junto a ello, la organización ya disuelta plantea una «memoria viva de lo ocurrido» y el «reconocimiento a todas las víctimas generadas por ETA, GAL, otros grupos terroristas y la violencia ilegítima de las Fuerzas de Seguridad en su lucha antiterrorista». Aquí vuelve a dejar claro su desequilibrio entre las partes al incluir la coletilla de que «la izquierda abertzale no se puede refugiar en esta apelación a todas las víctimas para no realizar el reconocimiento específico a las de ETA y no asumir toda su responsabilidad por haber contribuido de manera decisiva en la perpetuación de esa violencia durante años».

Técnicamente, se conforma una «comisión liquidadora» que será la responsable de cerrar la organización «y gestionar el legado material de Gesto por la Paz». El 1 de junio habrá un acto público de despedida en Bilbo. La decisión se adoptó con el 97% de los votos a favor y ninguno de ellos en contra.

El responsable de la Secretaría de Paz y Convivencia del Gobierno de Lakua, Jonan Fernández, agradeció la labor de Gesto por la Paz y se mostró convencido de que «la realidad actual, la conciencia social frente a la violencia o la solidaridad con las víctimas no se podrían entender» sin la «decisiva aportación» del colectivo.

En una tertulia política celebrada en Radio Euskadi, representantes de PNV, PP y PSE coincidieron también en exaltar estos 28 años de trayectoria. A modo de ejemplo, el portavoz jelkide en el Parlamento de Gasteiz, Joseba Egibar, valoró que «en condiciones muy adversas, Gesto ha sabido mantener el tipo». Por lo tanto, le dio las gracias por «el tesón y la trayectoria mantenidas».