Las FARC-EP y la delegación del Gobierno cerraron el octavo ciclo de conversaciones con el habitual comunicado conjunto en el que aseguraron haber consensuado un «borrador de acuerdo» sobre la problemática agraria, primero de los seis puntos de la agenda. Si bien ambas partes afirmaron que se han producido «avances importantes en la construcción de nuevos acuerdos sobre los temas de programas de desarrollo con enfoque territorial, infraestructura y adecuación de tierras, desarrollo social -salud, educación, vivienda, erradicación de la pobreza-, estímulo a la producción agropecuaria y la economía solidaria y cooperativa», por separado, el jefe del equipo negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, habló de «ritmo insuficiente e inconstante» y urgió a «agilizar» el proceso de diálogo.

«Entregamos hoy -por el viernes- un balance relativamente satisfactorio en los avances sociales, pero podríamos haber progresado mucho más. El deseo de avanzar no es suficiente, esto hay que llevarlo a la mesa y convertirlo en realidad. La opinión pública reclama resultados», remarcó.

En un tono similar, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, exigió a la guerrilla mayor agilidad, al tiempo que le amenazó con intensificar la ofensiva militar. «Que escuchen allá en Cuba, aquí estamos ofreciendo que cambien las balas por los votos y que las cambien rápido, porque vamos a seguir con esta presión militar en todo el territorio nacional», advirtió durante una intervención en Apartadó, en Antioquia.

Reiteró que no habrá ningún cese bilateral de las hostilidades mientras no se alcance un acuerdo en La Habana y que, hasta ese momento, «la orden para la fuerza pública es continuar con la ofensiva en todo el territorio».

Por parte de las FARC, Iván Márquez manifestó que se sienten «satisfechos con los logros que estamos concretando, materializando, en este esfuerzo por encontrar las posiciones de las dos partes». No descartó que en la próxima ronda de conversaciones, que comenzará el día 15, logren sellar el tan esperado acuerdo agrario para pasar a discutir las garantías de participación política.