BILBAO ATHLETIC 1
ALAVÉS 2

El esperadísimo derbi entre Bilbao Athletic y Alavés se saldó con una remontada que puede resultar definitiva de cara a la resolución del campeonato regular. La magia de San Mamés no fue suficiente para derrotar al líder y aunque el filial rojiblanco se adelantó y tuvo opciones de ampliar sus ventajas, la reacción del Alavés se vio premiada con un vuelco en el marcador que le permite matar dos pájaros de un tiro. Definitivo el que concierne al Bilbao Athletic, cuya desventaja resulta ya insalvable; muy considerable el que respecta al Eibar, que incluso ganando hoy en Lleida debería neutralizar una diferencia de dos puntos en las dos jornadas que quedan por delante.

Una tarde redonda, por tanto, para el Alavés, aunque no lo pareció durante muchos minutos porque, quizá superado por el ambiente -hubo 4.000 seguidores albiazules en las gradas, sí, pero los aficionados locales cuadruplicaron esa cifra-, su puesta en escena resultó demasiado dubitativa. El Bilbao Athletic, por el contrario, se mostró fiel a sus principios desde el arranque. Salió a presionar muy arriba y con la clara intención de llevar la iniciativa. Cosa que consiguió, aunque le faltó profundidad y le sobró previsibilidad. Los dos primeros avisos, de hecho, fueron visitantes, con sendas acciones aisladas de Viguera y Juanma.

Zarpazo

Pero el primer gol fue para los bilbainos, gracias a una bonita jugada que acabó asistiendo Guillermo desde la derecha para que Jonxa, perfectamente colocado, aprovechara el despiste defensivo alavesista y anotara el 1-o con un buen testarazo.

A los gasteiztarras les tocaba reaccionar tras el descanso y, efectivamente, regresaron de vestuarios con otra velocidad, Hicieron circular el balón de forma más precisa en la medular y llegaron a meter el miedo en el cuerpo a los cachorros, aunque algún zarpazo de estos bien pudo ampliar distancias. Pero el acierto sonrió esta vez al equipo de Natxo González. Pocos instantes después de que un error de Bustinza acabara con el balón paseándose por la raya de gol, Jon García derribaba a Viguera en el área. El propio ariete riojano se encargaba de convertirlo en el empate y el partido cambiaba definitivamente.

Se vinieron arriba los albiazules y el segundo gol se veía más cerca que el de los rojiblancos. Y efectivamente, así fue. A un cuarto de hora del final, Manu García colgaba un balón desde la izquierda para que Óscar Rubio volease al fondo de la red.

Lo más difícil estaba hecho, pero Natxo González no se fiaba lo más mínimo de la mezcla de calidad, rabia y necesidad de su rival, así que optó por reforzar el centro del campo en la recta final del choque. Efectivamente, a sus hombres les tocó capear el temporal ante un rival a la desesperada, pero el trabajo de contención de los albiazules fue bastante más efectivo que el de creación local, con lo que Iván Crespo no sufrió más de lo neceario para mantener su portería alejada del peligro.

Adiós

El otro encuentro adelantado al sábado bien pudo ser el de los adioses. El Amorebieta cayó ante el Sanse (0-2), lo que parece despedirle definitivamente de la pelea por el play-off -será matemático si el Barakaldo gana esta tarde en Tutera-. Los tres puntos, por otro lado, bien pueden servirle al filial txuriurdin para decir adiós al sufrimiento de manera definitiva, aunque las matemáticas pueden tener que esperar aún.

Borja Viguera

Cuando más lo necesitaba su equipo, el delantero riojano volvió por sus fueros. En la primera parte fijó a la pareja de centrales rojiblancos y no le tembló el pie. En la reanudación, provocó y convirtió el penalti que significó el empate.