BERA BERA 35
ROCASA 17

A los espectadores que ayer llenaban Bidebieta quizá les habría agradado un choque algo más emocionante, pero supieron comprender que Bera Bera merecía un partido así, encarrilado desde el inicio, en el que incluso hubo tiempo para repartir minutos y para disfrutar, tras una temporada en que ha sufrido por su corta plantilla en muchos momentos, pero en la que han demostrado amor propio y capacidad de sacrificio de sobra, además de una buena dosis de calidad, para redondear la mejor campaña de su historia.

Pero el título de Liga no está en su poder, aún queda la certificación matemática, porque el Elche se ha empeñado en una persecución infatigable y ayer arrollaba al Alcobendas (30-19), manteniéndose a un punto de las donostiarras, como una advertencia de que si tropieza, estarán ahí para aprovecharlo.

En la última jornada ambos visitan a los dos equipos que cierran la clasificación, Bera Bera a un Castro ya descendido, y el Elche a un Castelldefels que quemará su último cartucho para intentar salvarse. Por si acaso, Bera Bera deberá aplazar la celebración, que no es cuestión de echar por la borda algo que ha costado tanto conquistar.

Sobre la forma en que afrontaban el partido ambos equipos hubo un pequeño adelanto en el calentamiento. Para cuando las canarias saltaron a la cancha las donostiarras llevaban ya media hora a todo tren con muchos kilómetros recorridos. Los minutos iniciales fueron de nervios en Bera Bera, que lograba buenas posiciones de remate pero enviaba varios lanzamientos fuera de la portería, pero en defensa el muro donostiarra dificultaba mucho el ataque del Rocasa, y Zoqbi demostró desde el minuto 1 que es la mejor portera de la Liga. En la primera paró 10 remates de los 16 que fueron a gol, uno de ellos de penalti a Luján (un 63%), y Rocasa marcó la mitad de los 6 que hizo de penalti, todos ellos a cargo de Davinia López, ejemplo de pundonor y garra, la única canaria que estuvo a la altura del choque.

Pasados los primeros 10 minutos los nervios locales empezaron a templarse, Eli Pinedo amagaba un pase a la derecha y se giraba para meter un fantástico pase picado desde el centro a Ziarsolo, cruzado por dentro del área canaria -una acción que las donostiarras utilizaron varias veces durante el partido, y que fue muy productiva-, y el ataque donostiarra empezó a funcionar con fluidez. Rocasa aguantaba con una buena asistencia de Albaladejo a su pivote Rodríguez (5-4), pero tras el 6-5 (marcado por Davinia López, que hizo 4 de los 5 primeros goles de Rocasa) Bera Bera respondía con dos asistencias seguidas de Eli Pinedo y Rubio a su pivote Núñez, que definió con acierto. Fue el principio del fin.

En 13 minutos, Bera Bera arrolló al Rocasa. Paco Santana pedía tiempo en el minuto 18.30 tras un parcial de 4-0, pero a la vuelta las donostiarras siguieron aumentando su ventaja. Tres minutos después sentaba a su portera titular Sánchez con un desastroso 0 de 13. Los únicos balones recuperados por la portera canaria se habían debido a los lanzamientos fuera de los tres palos (3) y uno al poste.

El parcial creció hasta un 9-0 que llevó el marcador desde el 6-5 al 15-5, para llegar al descanso con 16-6. El partido ya estaba sentenciado. Tras el descanso Rocasa salió a intentar rebajar la desventaja, con un 0-2 inicial y varios minutos de resistencia. Pero Zoqbi seguía en sus trece, lo mismo que Sánchez, que volvió a la portería en la misma línea que antes de irse. Fatal.

Los minutos corrían y la ventaja no hacía más que aumentar. Rocasa bajaba los brazos y daba entrada a sus jóvenes suplentes, mientras Karrere hacía lo propio y repartía minutos para oxigenar a sus jugadoras, que seguían defendiendo y corriendo, disfrutando de una victoria que ya no se les iba a escapar.

Rubio, que jugó casi todos los minutos en ataque, se mostraba especialmente activa en sus últimos minutos como jugadora ante su público, y fue la protagonista del final del partido. Con la txaranga tocando la Marcha de San Sebastián, un balón largo de Eli Pinedo a Libe Altuna acabó con pase de la zarauztarra para que Rubio finalizara la acción de fly, con gol. El público lo celebró a lo grande, aunque los árbitros anularan el tanto al entender que la antiguotarra había caído al suelo antes de lanzar. Pero daba igual, un minuto después volvían a repetirlo, esta vez con Eli Pinedo de asistente, y Rubio volvió a marcar. Era el 34-17, su último gol con la camiseta de Bera Bera en Bidebieta.