Maite SOROA | msoroa@gara.net
Buenas noticias para una familia acosada
La Audiencia de Palma, debidamente orientada por la Fiscalía cuyo máximo jefe dijo ayer que se congratulaba por la decisión, ha enmendado la plana al juez que imputó a la hija pequeña del monarca más conocido en la sabana africana. Y ayer eran muchos las y los columnistas que no dejaban pasar la ocasión para dejar claro que se alegran mucho, muchísimo. Por ejemplo, Carmen Enríquez, quien en «La Razón» explicaba que la desimputación -vaya palabro- «ha sido un auténtico alivio para los integrantes de la Familia Real, un rayo de esperanza en el atribulado ambiente por el que pasan en los últimos tiempos los Reyes y sus hijos». Cualquiera diría que los van a desahuciar. No se preocupen, no va a ocurrir... Sin embargo, ni los borbones ni sus palmeros las tienen todas consigo, ya que, cuenta Enríquez, «lo malo es que la creencia generalizada de que el hecho de que la Infanta fuera imputada sería un gesto de transparencia ha hecho que se interprete la decisión como la concesión de un privilegio». Y no lo es, ¿a que no? Según la periodista, «ha sido tan intensa la campaña mediática a favor de la imputación que el hecho de que desde el principio destacados juristas señalaron que el auto de imputación era endeble y falto de argumentos ha sido obviado por la opinión pública». ¿Campaña mediática a favor de la imputación? Un poco de por favor, por favor...
Total, que la decisión ha sido un bálsamo para la pobre familia Urdangarin-Borbón. Lean, lean: «La suspensión de la imputación ha causado también una alegría grande en el ánimo de Iñaki Urdangarin, quien por cierto ha visto desaparecer la posibilidad de trabajar en Qatar, una opción que se veía por la pareja como una salida airosa a la difícil situación. Agobiados por la presión popular, asediados en su casa, con unos hijos que sufren las consecuencias del descrédito de su padre, la situación familiar se complica y se ha hecho, a estas alturas insufrible. La posibilidad de salir de este círculo vicioso, al desactivarse la posibilidad de ir a vivir a Qatar, se hace cada vez más difícil». Agobiados, asediados... ¿sabe la abajofirmante la cantidad de guardaespaldas que impiden que esa gente puede ser agobiada o asediada? Agobiados están quienes no pueden pagar su hipoteca.