OLASO
Mona
María Servini, jueza argentina que instruye la causa contra el franquismo que se desarrolla en Argentina, se vio ayer obligada a suspender las tres declaraciones de víctimas de la dictadura que estaban previstas en el consulado de Madrid. Las presiones diplomáticas del Estado español habrían forzado a la magistrada a tomar esta decisión. Pueden pasar mil años que aunque la mona se vista de seda... Demócratas se llaman.