Urkullu logra su foto pero sigue sin plan
El lehendakari mantuvo ayer un encuentro con los diputados generales de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa y con la presidenta de Eudel para abordar una posible entente institucional con el objetivo de hacer frente a la crisis. En la reunión, sin embargo, Iñigo Urkullu se limitó a plantear un fondo común de «reactivación económica» con el plus de deuda que permita la flexibilización del déficit, siempre que esta sea confirmada desde Bruselas. De esta forma, Lakua asumiría el 70% del nuevo endeudamiento y las diputaciones el 30% restante. En total, unos 245 millones de euros de los que la gran mayoría, 200, irían a parar a infraestructuras, 40 millones a fomentar el empleo y cinco millones para emprendedores.
En este punto, y con independencia del juego que pueda dar el montante derivado de la relajación de las condiciones europeas, es obligado preguntarse si eso es todo lo que el mandatario autonómico va a poner sobre la mesa en una situación de emergencia estructural como la que sufre la economía vasca. Sabe Urkullu que esos 245 millones apenas servirán para parchear un problema cuya entidad es mucho mayor y que atañe al conjunto del modelo económico de este país. Sorprende que en este primer encuentro no se hayan abordado asuntos de mucho mayor calado como, por ejemplo, la fiscalidad. Josu Erkoreka, portavoz del Ejecutivo, arguyó que este tema será tratado en el encuentro con los grupos políticos, pero es paradójico que no estuviera en el orden del día de ayer cuando la política fiscal es competencia de las diputaciones.
El lehendakari necesitaba una imagen de acuerdo que le diera cierto respiro, sobre todo ante la opinión pública, debido a la debilidad parlamentaria que ha evidenciado en las últimas semanas. Citando en Ajuria Enea a los diputados generales, obtuvo esa imagen. Sin embargo, eso es lo único que sacó ayer del encuentro; ahora tiene una foto, pero sigue sin tener un pacto, y mucho menos un plan real para salir de la crisis.