gestión de las sociedades públicas
Pérdidas millonarias sitúan a Etorlur al borde de la disolución
Un terreno en Hernani por el que se pagaron 28,5 millones sin tasación previa. Siete años después, es un solar valorado en un máximo de 12,7 millones. Es una de las fallidas operaciones emprendidas por esta sociedad pública.
Imanol INTZIARTE | DONOSTIA
La sociedad pública Etorlur, dependiente de la Diputación de Gipuzkoa, se enfrenta a su posible disolución debido a pérdidas millonarias que tienen su origen en fallidas operaciones inmobiliarias, especialmente la relacionada con la adquisición en 2006 de los terrenos del barrio de La Florida (Hernani) en los que antiguamente se asentaba la empresa AMR.
En un informe del Departamento de Hacienda y Finanzas, al que ha tenido acceso GARA y en el que se analiza la actividad de Etorlur en el periodo 2004-2011 -bajo gobierno del PNV-, se explica que la sociedad abonó 28,5 millones de euros por ese solar a pesar de que no se realizó «una tasación de los terrenos adquiridos». Este relevante dato ya fue recogido en su día por el Tribunal Vasco de Cuentas Públicas (TVCP).
La tasación actual realizada por Hacienda valora esos solares en 9 millones de euros. Los responsables de Etorlur encargaron otra tasación a una empresa externa -Gurruchaga Tasaciones- que los valora en 12.743.478 euros. Así que, en el mejor de los casos, la pérdida asciende a casi 16 millones.
Además, la operación, cuyo objetivo era construir posteriormente más de 300 viviendas, se inició «sin tener aprobada por la Diputación la financiación necesaria». Ello, sumado a la actual crisis del sector, hace que siete años después la operación inmobiliaria no se haya realizado y en el balance de la sociedad figuran esos terrenos por un valor muy superior a su valor real.
Será el próximo lunes cuando se reúna el Consejo de Administración de Etorlur -integrado por dirigentes forales y representantes de los partidos con presencia en las Juntas Generales- y analice este informe.
«Traslado de empresas»
Etorlur depende del Departamento foral de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, dirigido actualmente por Iñaki Errazkin. Su antecesor, Juan Karlos Alduntzin, ya criticó hace un año que se habían abandonado los objetivos fundacionales -promoción de vivienda protegida y suelo industrial- para dedicarse principalmente a «resolver operaciones necesarias para el traslado de alguna que otra empresa».
Tal fue el caso de AMR, dedicada a la producción de materiales refractarios y que forma parte del conglomerado japonés Krosaki Harima Corporation. La compañía planteó su necesidad de cambiar de ubicación y ello dio origen a un convenio a tres bandas con la participación de Etorlur y del Ayuntamiento de Hernani que por entonces dirigía Joxan Rekondo, por aquel entonces en EA y posteriormente en Hamaikabat.
En pocas palabras, AMR se trasladaba al nuevo polígono industrial de Ibaiondo y se comprometía a quedarse al menos diez años en Hernani, mientras que Etorlur adquiría los terrenos de La Florida, por los que pagó 28.567.000. El abono se hizo una parte en especias -con los terrenos de Ibaiondo, que previamente la sociedad había adquirido al Ayuntamiento- y el resto en metálico, 23,3 millones más IVA.
Etorlur debe aún al Ayuntamiento 1,5 millones por diversos conceptos. A falta de liquidez, la Diputación de Gipuzkoa procedió a una ampliación de capital mediante la transferencia a Etorlur del campo de rugby de Landare, que iba a ser parte del pago al Consistorio.
A 31 de diciembre de 2011, Landare estaba valorada en el balance de la sociedad por 4.222.946 euros, pese a que la última tasación realizada anteriormente, que databa en 2007, la valoraba en 2.868.970 euros. Gurruchaga Tasaciones contabiliza la instalación deportiva en 1.374.145 euros.
De este modo, el informe de Hacienda recoge que en el balance de la sociedad «figuran en el apartado de existencias terrenos situados en Hernani por importe de 33.123.209 euros». Las tasaciones existentes oscilan entre los 10,3 millones -cogiendo las cifras más bajas- y los 15,6 millones -con las más altas-. De este modo, en el momento en que el balance se adecúe al valor real de los terrenos, se reflejará una pérdida de unos 17,5 millones en el mejor de los casos.
Edificio Orbegozo
La fallida operación de La Florida-Ibaiondo-Landare supone la parte del león, pero no es la única que ha arrojado pérdidas. Sin salir de Hernani, y también en el polígono Ibaiondo, Etorlur rahabilitó el antiguo edificio de oficinas Orbegozo, que cuenta con sótano, planta baja y cuatro plantas altas, para una superficie total de unos 3.650 metros cuadrados.
El proyecto contemplaba una cafetería-restaurante y un local comercial en la parte baja, y oficinas en las plantas superiores. A día de hoy -reza el informe datado en el pasado abril- solo se ha vendido una de las oficinas y se han alquilado otras dos. El saldo negativo asciende a algo más de tres millones de euros.
La tercera gran operación que ha llevado a Etorlur a su precaria situación actual tuvo como escenario la localidad de Azkoitia, concretamente la denominada «área 13 Insausti». En diciembre de 2006, la Diputación acordó, a medias con la sociedad local Azkoitia Lantzen, la adquisición de unos terrenos pertenecientes a la Sociedad Cooperativa Danobat, por un importe de 5.307.943 euros. El objetivo era que Etorlur construyera 55 viviendas tasadas.
El 29 de abril de 2008, el Consejo de Diputados aprobó transferir los solares a Etorlur, valorándolos en 6.051.160 euros, si bien un informe de tasación del mes anterior los había valorado de 5.778.450 euros. En el informe de Hacienda se apunta que a 31 de diciembre de 2011 no se había registrado ningún ingreso. La tasación llevada a cabo recientemente por la firma Gurruchaga valora estos terrenos en 1.705.844 euros.
Bergara, Nuarbe o Beizama
Con mayor o menor fortuna, Etorlur se ha embarcado durante su existencia en diferentes promociones inmobiliarias. Por ejemplo, en mayo de 2005 se acordó la construcción de un bloque de viviendas en la calle San Antonio de Bergara, con el argumento de«la poca incidencia de la vivienda protegida» en esta localidad «debido a que gran parte de la población queda fuera de los requisitos para acceder a la misma». La construcción sufrió diversos avatares -defectos de construcción e inundaciones- y retrasos -la empresa adjudicataria entró en concurso de acreedores-.
Finalmente, la última de las viviendas se vendió en abril de 2011 y se logró un beneficio de unos 800.000 euros. Otras promociones emprendidas por Etorlur son la construcción de cuatro viviendas bifamiliares en Beizama o de seis viviendas adosadas en Nuarbe. En ambos casos hay viviendas sin vender.
«A 31 de diciembre y sin considerar la operación urbanística en las zonas de Hernani, las promociones inmobiliarias y el resto de operaciones patrimoniales han supuesto unos desembolsos de 20.575.703 euros y unos ingresos de 11.443.260 euros», reza el informe de Hacienda.
Una sencilla resta da como resultado algo más de nueve millones de pérdidas contantes y sonantes, a la espera de que se consiga recuperar parte de la inversión mediante la venta o alquiler de las oficinas, locales y viviendas que por ahora permanecen vacías.
Etorlur cuenta actualmente con un capital cercano a los 42 millones de euros. Si las pérdidas superasen el 50% «la sociedad incurriría en causa de disolución, por aplicación del artículo 363 de la Ley de Sociedades de Capital».
Además de las operaciones inmobiliarias, el informe redactado por el Departamento de Hacienda y Finanzas analiza otras dos áreas en las que Etorlur ha llevado a cabo su labor: el programa Landagipuzkoa 32 y el banco de tierras Landalur.
El primero se puso en marcha para «la selección y ejecución de inversiones subvencionadas por la Diputación de Gipuzkoa» en municipios con una población inferior al millar de habitantes. La dotación presupuestaria para este programa ascendió a 12 millones de euros para los ejercicios 2008, 2009, 2010 y 2011, a razón de 3 millones de euros anuales. El informe apunta que en la documentación analizada no se explica por qué se encomienda este programa a Etorlur.
Landalur tiene como principal objetivo llevar a cabo labores de mediación entre propietarios interesados en vender, alquilar, permutar o ceder terrenos aptos para su uso agrícola y personas que deseen explotar dichos terrenos. I.I.
Hasta la fecha, el único «rendimiento» que se ha obtenido de los terrenos de La Florida es la tasa que abonó recientemente una compañía de circo, alrededor de 800 euros, por instalar su carpa y sus caravanas en el lugar.