El juicio celebrado ayer en Lizarra contra dos integrantes de un piquete con motivo de la huelga general del pasado 26 de setiembre quedó visto para sentencia con la retirada por parte de la Fiscalía de casi todas sus acusaciones, excepto la de «desobediencia», que pasó a ser considerada una falta por la que pidió 250 euros de multa para cada uno de los dos acusados.

El juicio contra J.L.C. y I.A.L iba a celebrarse por las acusaciones de la Fiscalía de los delitos de «atentado, desórdenes, resistencia a la autoridad y desobediencia». Sin embargo, con la reducción de la acusación a «desobediencia», pasó a ser un juicio por faltas y la petición del fiscal quedó en sendas multas de 250 euros.

Concentración solidaria

Durante la celebración del juicio, un grupo de personas protagonizó en el exterior una concentración ruidosa con un cuerno, pitos y cacerolas, en la que mostraron su solidaridad con los acusados .