Cementos Lemona cede la lucha a Alfus FCC en espera de un final positivo
Los trabajadores de Cementos Lemona, que pertenecieron al grupo multinacional FCC antes de la compra de la irlandesa CRH, cedieron el testigo de la lucha a Alfus FCC. Llevan en huelga indefinida desde el pasado 29 de abril para impedir el despido de 18 compañeros.
Juanjo BASTERRA | BILBO
La sede de LAB en Bilbo sirvió de escenario del traspaso del testigo de la lucha obrera, por medio de camisetas en defensa del empleo. Un paso simbólico y emotivo entre miembros del comité de Cementos Lemona, de ELA y LAB, y los de Alfus FCC Ámbito. Esta empresa, dedicada a la limpieza industrial, y a unos pocos kilómetros de distancia de la cementera de Lemoa, cuenta con 64 empleados y quiere expulsar a 18 de ellos, después de haber alcanzado un acuerdo en junio de 2012,. También pretende empeorar las condiciones laborales del resto de la plantilla. La multinacional rompió el acuerdo.
Los trabajadores de la compañía de limpieza industrial llevan en huelga indefinida desde el pasado 29 de abril. Mantienen su voluntad de dialogar y negociar con la empresa, sin la presión de los despidos. Reconocieron ayer en este acto que «estamos unidos. Tenemos tiempo y, desde luego, les miraremos de frente hasta las últimas consecuencias». Jabi Amorrortu, de LAB en Cementos Lemona, mostró la solidaridad con «nuestros compañeros de Alfus» y dijo que «la clave de nuestros éxito fue la unión y la cohesión de la plantilla», mientras que Jesús Oiarzabal, de ELA, añadió que «los empresarios no tienen fuerza humana de parar la lucha de los trabajadores si no nos resignamos».
Los representantes de Alfus explicaron la situación en la que se encuentran «con una dirección que se niega a negociar» después de que en junio de 2012 «llegamos a una acuerdo gracias a la unión de los trabajadores». El mismo se sostenía «bajo dos pilares». El primero, prejubilaciones y bajas incentivadas y el compromiso de la dirección de la empresa, que pertenece al grupo multinacional FCC, de «afrontar la negociación de un convenio colectivo».
Sin querer negociar, la dirección de Alfus FCC reunió el 27 de abril, «en víspera de Jueves Santo», al comité para «comentarnos el inicio de un periodo de consultas para el despido colectivo de 18 trabajadores y nos presentaron también un plan para el aumento de jornada, reducción de salarios, flexibilidad, cambio de horarios y de vacaciones, entre otras medidas».
Los trabajadores se están movilizando en las empresas que les subcontratan. Han intentado concentrarse ante la sede en Algorta pero «la Ertzaintza nos lo impide porque el director vive a trescientos metros de la sede».
El comité de Alfus FCC mantiene su oferta de diálogo con la empresa, pero asegura que se mantendrán «firmes y cohesionados» como los de Cementos Lemona para oponerse al despido de 18 trabajadores y el empeoreamiento de las condiciones laborales