Cameron aprieta las tuercas a los inmigrantes para hacer frente a la presión del UKIP
El Gobierno del conservador David Cameron ha sucumbido a la presión y al auge del euroescéptico y antiimigración UKIP y ha anunciado una nueva ofensiva contra los inmigrantes, que ha situado como su prioridad.
GARA | LONDRES
El Gobierno británico anunció ayer nuevas medidas para controlar la inmigración, en un claro giro hacia la derecha destinado a contrarrestar el ascenso del Partido Independencia del Reino Unido (UKIP), según el discurso que leyó la reina Isabel II en la Cámara de los Lores del Parlamento.
Los planes para restringir el acceso de los inmigrantes a los subsidios públicos y para luchar contra la inmigración ilegal forman el núcleo central de la agenda del Gobierno, presentada con gran pompa por la soberana británica.
Esta reforma «garantizará que el país atraiga a gente que va a contribuir y disuada a los que no lo harán», leyó la reina. Entre otras medidas, el conservador David Cameron y sus socios liberal demócratas facilitarán la deportación de los extranjeros hallados culpables de delitos, sancionarán a los caseros que alquilen viviendas a inmigrantes en situación irregular, reforzarán las multas a las empresas que empleen mano de obra en situación irregular y limitarán el turismo sanitario. Además, los inmigrantes «sin papeles» no podrán sacarse el permiso de conducir, utilizado como documento identificativo junto con el pasaporte en Gran Bretaña.
Endureciendo su política migratoria, Londres espera dar respuesta a uno de los temas que acapara el debate político británico y está haciendo perder al Partido Conservador de Cameron un gran número de votantes en favor del eurófobo, antiinmigrante y soberanista UKIP. Los temores han sido alimentados principalmente por el levantamiento previsto en 2014 de las restricciones impuestas a búlgaros y rumanos para trabajar en otros países europeos, que hacen prever a algunos una oleada de inmigrantes procedentes de estos países.
La UKIP fue la tercera fuerza más votada en las elecciones locales del pasado jueves, detrás de laboristas y conservadores, y dio un aviso de cara a las elecciones europeas del año que viene en un país crecientemente antieuropeo.
Permanencia de Escocia
El programa del Gobierno no hace, sin embargo, referencia a la Unión Europea (UE) o al referéndum sobre la permanencia de Gran Bretaña en el bloque, que Cameron ha prometido organizar en 2017 si es reelegido, pero sí se compromete a trabajar a favor de la permanencia de Escocia en Gran Bretaña y a defender el derecho de autodeterminación de los habitantes de las islas Malvinas y de Gibraltar.