CASTRO 18

BERA BERA 32

Hace ya más de nueve meses, en agosto, Bera Bera comenzaba a entrenar con la ilusión de que esta podía ser su temporada, y lo ha sido a lo grande. Empezó ganando la Supercopa, luego la Copa, hizo un papel más que digno en Europa -con un momento apoteósico en el partido de vuelta ante el Vistal Laczpol polaco en el Gasca-, y ayer puso la guinda ganando la Liga, la primera de su palmarés, la quinta seguida para un club vasco tras las cuatro anteriores de Itxako.

En la última jornada, con la necesidad de puntuar -aunque finalmente el empate del Elche, quizá arrojando la toalla al ver lo inútil de su esfuerzo, le hubiera dado el título aún perdiendo-, Bera Bera acudió a Castro con un buen número de seguidores que dieron calor y color al partido ante un rival, el Castro, digno como pocos, que luchó lo indecible, pese a sus escasos medios. Con una juvenil en la portería (la italiana Carini se fue en Navidades porque no le pagaban, y la alavesa Patricia Aisa -ex de Bera Bera, en la plantilla que ganó las dos primeras Copas- fue baja de última hora tras romperse el meñique izquierdo en un entrenamiento-), y tres juveniles más como jugadoras de campo, el Castro aguantó la primera mitad ante un Bera Bera fallón y ansioso.

Santamaria respondió bien en la primera parte, parando cinco lanzamientos, y se le dieron bien en especial los de las zurdas de Bera Bera (dos parados a Altuna y dos a Castro). Zoqbi estaba en su línea en la otra portería (11 paradas en el primer tiempo, dos de ellas de penalti), pero sus compañeras no lo aprovechaban para abrir hueco.

El partido empezó con un gol fantasma de Gracia, que lanzó de cadera por bajo un tiro cruzado que se coló claramente, pero salió fuera de la portería por un agujero de la red. Las colegiadas no se dieron cuenta, aunque en la siguiente jugada se lo advirtieron y pararon el reloj para arreglar un poco la red. Entre una cosa y otra costó que se estrenara el marcador, y lo hizo una ex del Castro, Patricia Elorza, que sigue residiendo en la localidad cántabra, e incluso cuenta con un mural en la pista con su foto y la frase «Quererte fue muy fácil. Olvidarte será imposible», que da fe de que la gasteiztarra dejó huella en el club.

También la otra ex de Bera Bera que juega actualmente en Castro, la veteranísima extremo Vivi Hernando -que se ha reenganchado esta temporada para echar una mano-, se mostró muy activa y certera, con algunos goles de bella factura. La calidad de Gracia y Costales en la primera línea -esta última con un aparatoso vendaje en su pierna izquierda-, y la brega de la otra lateral Rebeca López y la pivote Cobo, sirvieron para hacer sudar a Bera Bera. Reyes Karrere pidió tiempo a los 20 minutos, pero en el descanso el 8-11 no resultaba especialmente determinante. El resultado no parecía peligrar, pero...

La reanudación fue fulgurante. Bera Bera rompió a correr y logró un parcial de 0-7 en 7 minutos que sentenció el partido.

El resto fue a beneficio de inventario. Karrere -que recibió un ramo de flores antes de empezar el partido, como Eider Rubio, de manos de la directiva castreña Elena García, compañera suya en el Hernani como jugadora hace más de 25 años- sustituyó a Rubio para que recibiera el aplauso de sus seguidores, y después hizo lo mismo con Eli Pinedo, Ziarsolo y Zoqbi.

En el otro bando algunas titulares que habían jugado sin descanso se tomaban también un respiro, hasta el pitido final, que daba rienda suelta a la alegría de las donostiarras. Karrere se ponía una camiseta de sus tiempos como jugadora del Corteblanco Bidebieta, y a disfrutar.