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Gran apertura en Kichatna con otro nuevo sello de grado VI
Los estadounidenses Ben Erdmann y Jess Rosekelley junto al danés Kristoffer Szilas abren «Hupa zypa couloir», una nueva ruta de 1.100 metros en el Citadel. Se trata de una propuesta de gran compromiso y duras dificultades técnicas: AI5+, M6+, 5.10R y A3.
Andoni ARABAOLAZA
Abríamos la temporada de escaladas alpinas en Alaska con la apertura de tres nuevas líneas en 10 días en el Moose´s Tooth. Pero la que en sí daba inicio a dicha temporada era otra actividad que se centró nada más y nada menos que en la remota cordillera de Kichatna.
Allí, concretamente en el Citadel, los estadounidenses Ben Erdmann y Jess Rosekelley y el danés Kristoffer Szilas se recreaban con una apertura que lleva consigo un doble sello de calidad: el compromiso y la dificultad técnica. Y lo decimos porque a la nueva línea mixta bautizada como «Hypa zypa couloir» la han catalogado como grado VI en la escala americana de compromiso. Eso sí, al principio la cotaron como 6 en la escala de Alaska. Una u otra cotación, pero lo que queda claro es que la nueva ruta es muy comprometida.
Y, como adelantábamos, tampoco se queda coja en su propuesta de dificultad técnica. Para los 1.100 metros de vía, la cordada presenta las siguientes credenciales: AI5+, M6+, 5.10R y A3.
En términos generales, la temporada de escaladas en las montañas de Alaska quedaba inaugurada oficialmente con esta actividad en forma de apertura que se llevó a cabo entre los días 5 y el 7 de abril. Una ruta interesante y bastante obvia que recorre un couloir difícil y que termina justo en el collado que se encuentra debajo de una cumbre secundaria. Tras una travesía, los alpinistas hacían cumbre.
No es ni mucho menos la primera línea de la cara este de la montaña, y es que nada más y nada menos que en 1976 David Black, Mike Graber, Andy Embick y Alan Long firmaban la primera de dicha vertiente tras escalar el contrafuerte superando dificultades de hasta VI, 5.9 y A3.
A pesar de que los protagonistas de estas líneas han abierto una nueva línea en el Citadel, la idea original nada más llegar al glaciar de Shadows, en la cordillera de Kichatna, era otra. Querían repetir la «Super Dupa couloir» (ED4, WI6+), una técnica ruta abierta hace diez años por Mike «Twid» Turner, Stu McAleese y Olly Sanders. Esta ruta también se encuentra en el Citadel.
Pero la idea original fue trastocada tras la información que el trío recibió por parte de Turner: «»Twid» nos dijo que cerca de la línea que abrieron ellos en 2003 había posibilidades para una nueva apertura. Tras analizarla, nos motivamos y ni cortos ni perezosos nos metimos en nuestro nuevo objetivo».
Evidente «couloir»
Con la ilusión de aportar con una nueva apertura, Erdmann, Rosekelley y Szilas se meten en la pared a la medianoche del pasado 5 de abril. Una vez en el escenario, los alpinistas se dan cuentan que la información facilitada por Turner era correcta. «A la izquierda de la «Super Dupa» se intuía otra línea muy estética. Y la verdad es que Turner acertó completamente. Las primera tiradas nos dejaron muy claro que la nueva línea iba a ser de hielo y mixto, pero, eso sí, con duras dificultades técnicas. Jess lideró los primero largos, todos ellos en nieve y hielo. Llegó hasta un diedro muy vertical tras escalar secciones de hasta AI5 y M6+. Con el anochecer, empezamos a tallar una repisa para poder vivaquear en condiciones. No fue nada fácil tallar la repisa en una pendiente de 60º. Sabíamos que la noche iba a ser fría, y así lo fue. Además, la repisa era tan pequeña que no pudimos poner la tienda de forma adecuada», adelanta Erdmann.
Tras sufrir un frío e incómodo vivac, los tres alpinistas se levantan temprano para proseguir con la apertura. Tras un pequeño rapel llegan hasta una rampa de nieve que les dejaría en el collado. De esa forma terminaban de escalar el evidente couloir, pero todavía tenían por delante unas tiradas muy difíciles: «Fueron varios largos de roca que nos dejaron en la «cálida» arista sur. Ben iba por delante, y escaló un desplome de A3. Un poco más arriba se metió en el bolsillo la tirada clave de unos 60 metros que la catalogó de 5.10R y que Ben la escaló sin guantes ni crampones».
Los protagonistas dejaron atrás las dificultades técnicas una vez que llegaron a la arista cimera. Era de noche, y la cumbre la tenían muy cerca. Pero la cordada se decantó por otro vivac muy frío e incómodo, tallando de nuevo una repisa al lado de una cornisa.
A la mañana siguiente, un pequeño rapel e hiceron cima tras escalar la fácil rampa de nieve que tenían por delante. El Citadel cuenta con una cumbre compuesta por dos grandes bloques de granito de unos cinco metros de alto. Los alpinistas no tuvieron problemas para superarlos, e hicieron cima sin mayores contratiempos.
Tras un descanso no muy largo en la cumbre, los escaladores emprendieron el descenso. Un descenso complicado por la cara norte que les llevó toda la jornada: «No tuvimos nada de suerte con los rápeles que emprendimos en la arista norte, ya que en numerosas ocasiones las cuerdas se liaban o atascaban. Tuvimos que destrepar varias secciones de roca muy expuestas y rapelar solo con dos estacas de nieve. Hicimos un último rapel ya con la rimaya ante nosotros. Un rapel de los que te ponen las pilas, y es que metimos martilleando un spectre en una fisura de hielo de tan solo tres centímetros».
Casi tambaleándose, los alpinistas llegaron a sus tiendas tras una actividad de 70 horas de campo a campo. Así nacía «Hypa Zypa», un nueva vía grado VI: «Así la cotamos por el tiempo durante la escalada, las dificultades técnicas sostenidas, por la lejanía de la zona y por el compomiso que hemos vivido en esta aventura».
La línea creada por Ben Erdmann, Jess Rosekelley y Kristoffer Szilas se encuentra en la cara este del Citadel. Una ruta muy evidente de hielo y mixto.
Aparte de la dureza técnica, «Hypa zypa» está catalogada de grado VI en la escala americana. La actividad del trío fue de 70 horas de campo a campo.