El Gobierno de Ennahda endurece su pulso con los salafistas tunecinos
El Gobierno tunecino del partido islamista Ennhada ha endurecido su pulso con los salafistas de Ansar al Sharia. Tras la prohibición de su congreso ayer en la ciudad de Qairauán, las protestas de los yihadistas en localidades cercanas acabaron con al menos un muerto y quince heridos. Ansar al Sharia anunció que intentará celebrar de nuevo el congreso el próximo domingo.
GARA |
Los enfrentamientos entre manifestantes salafistas del movimiento Ansar al Sharia (Seguidores de la Ley Divina) y la Policía dejaron ayer al menos un muerto y quince heridos en las calles de Túnez, tras la prohibición del congreso de esta formación en Qairauán, a 150 kilómetros de la capital.
El muerto es Mohez Dahmani un joven de 27 años, que falleció por una herida de bala. Además, entre los quince heridos, un policía y un manifestante se encontraban en estado grave.
En Qairauán, las fuerzas de seguridad dispersaron con gases lacrimógenos a decenas de salafistas que se habían congregado en las inmediaciones de la gran mezquita Okba Ben Nafáa, una de las más importantes del Islam, informaron a Efe algunos testigos.
Aunque en un primer momento, eran los salafistas los que se enfrentaban a la Policía, al comienzo de la tarde la mayoría eran jóvenes sin apariencia de pertenecer al movimiento islamista.
Los incidentes se extienden
Tras la prohibición del congreso de Ansar Al Sharia en Qairauán, que fue rodeada desde el sábado por un impresionante dispositivo de seguridad, el movimiento yihadista -cercano a Al Qaeda- llamó a sus seguidores a concentrarse en Etadhamen, un bastión salafista situado a 15 kilómetros de la capital.
Allí, los enfrentamientos estallaron por la tarde y, la Policía empleó disparos, gas lacrimógeno, blindados y bulldozer. Aunque dijo haber recuperado el control, France Press constató que centenares de salafistas seguían lanzando piedras y cócteles molotov. Además, se extendieron a a ciudad vecina de Intikala.
El Gobierno tunecino prohibió el congreso el pasado viernes, estimando que representaba una «amenaza para la seguridad». El grupo anunció ese mismo día su intención de seguir adelante con su acto, durante una rueda de prensa celebrada en una mezquita de la capital.
El miércoles, el líder de Ennahda, Rached Ghannouchi, subrayó que el evento no tendría lugar si no era con permiso del Ministerio del Interior, al tiempo que advirtió a la formación de que no entrase en conflicto con el Gobierno.
El Ejecutivo vincula a Ansar al Sharia con la violencia islamista que ha resurgido tras la caída del régimen de Zine el Abidien Ben. A su líder, Abu Iyadh, un veterano de Al Qaeda en Afganistán, liberado en la amnistía tras la revolución, se le considera organizador del ataque a la embajada de Estados Unidos en setiembre de 2012.
Congreso el próximo domingo
El Gobierno de Ennhada, formación también islamista, ha endurecido su postura hacia Ansar Al Sharia tras un ataque a militares y gendarmese cerca de la frontera argelina. Por su parte, el movimiento salafista amenazó la semana pasada a Ennhada con la «guerra» y denunció su «política anti-islámica».
Tras los disturbios, Ansar al Sharia decidió aplazar hasta el próximo domingo el congreso. Según afirmó el gobernador de Qairauán, Abdelmayid Laguán, «Ansar al Sharia pospuso su congreso al domingo 26», una vez que alcanzado un acuerdo con el máximo dirigente salafista, Mohamed Klif, informó la agencia oficial tunecina TAP.
El gobernador explicó que tras una conversación telefónica con el dirigente salafista se acordó que el congreso se celebre el domingo 26, una vez que se hayan cursado los trámites legales correspondientes.
Pero el Gobierno de Ennahda no parece dispuesto a aflojar la presión sobre el movimiento salafista. El primer ministro, Ali Laraydeh, acusó a Ansar al Sahjaria de «estar vinculada al terrorismo.
El portavoz de Ansar Al Sharia, Seifedin Rais, fue detenido de madrugada en Qairauán, después de que declarase que el congreso se celebraría porque «no vamos a pedir permiso para difundir la palabra de dios».
El primer ministro tunecino, Ali Laraydeh afirmó, durante una visita a Qatar, que el movimiento salafista Ansar al Sharia «es una organización ilegal que está relacionada e implicada con el terrorismo».
Un líder de Al Qaeda en el Magreb Islámico (Aqmi) pidió a los salafistas tunecinos que no de dejen provocar por el régimen, según el centro estadounidense de vigilancia de páginas islamistas en internet SITE. «No os dejéis provocar por el régimen y su barbarismo para cometer actos imprudentes que podrían afectar al apoyo popular del que os beneficiáis», señaló Abu Yahia al-Shanqiti, miembro del comité de Al-Sharia de Aqmi, dirigiéndose a los salafistas tunecinos de Ansar al Sharia. Además, el líder de Aqmi aplaudió al movimiento yihadista en Túnez, haciendo un llamamiento a que «continúe sus buenas acciones que están dando sus frutos». «Sed gentes de sabiduría y paciencia» les conminó. GARA