Cientos de personas mostraron ayer en Irurtzun su apoyo a los trabajadores de Inasa, en una semana decisiva para el futuro de la empresa, ya que mientras por un lado existen posibilidades de que un grupo inversor se haga con las instalaciones, por otro los actuales propietarios tienen ya firmada la venta de la maquinaria a una firma británica.

Los manifestantes, que partieron de la plaza de los Fueros, recorrieron las calles de la localidad de Sakana y finalizaron su recorrido a las puertas de la empresa, donde protagonizaron una sentada para escenificar su oposición a la venta de la maquinaria. Según explicó el exdelegado de LAB Fernando Carrión Galarza, «vamos a impedir la salida de un solo camión de las instalaciones de Inasa», para lo cual pondrán «todos los medios» que estén a su alcance.

Con ello, los trabajadores quieren agotar todas las posibilidades para que la empresa vuelva a la actividad, algo que sería prácticamente imposible en caso de que se desmantelaran sus instalaciones.

Semana decisiva

La asamblea de trabajadores confirmó el pasado sábado que «hoy día sigue habiendo interés por la fábrica» y que «existen posibilidades para formalizar otras ofertas de cara a garantizar su futuro», para lo cual anunció que en los próximos días presentarán «una propuesta concreta».

Hoy mismo está previsto que la Mesa y Junta de Portavoces del Parlamento Foral debata una petición de Bildu para que la consejera de Economía, Hacienda, Industria y Empleo, Lourdes Goicoechea, informe sobre las medidas del Gobierno para conseguir que la empresa tenga de nuevo actividad.

El miércoles está previsto que los propietarios de Inasa, la firma alemana de capital riesgo Bavaria Industrie Kapital AG (Baikap) -representada por Santiago González- formalice la venta del primer lote de maquinaria a la británica Bridgnorth Aluminium Limited.