«Araba Sin Garoña» recela del CSN y critica la pleitesía del PP a Nuclenor
«Araba Sin Garoña» denunció ayer que la petición de Nuclenor, que ha solicitado al Gobierno español la revocación parcial de una orden ministerial con el objetivo de mantener la planta abierta durante un año más, es «extemporánea» porque no respeta los plazos fijados por el Ejecutivo de Madrid. La decisión final sobre el futuro de la central está en manos del CSN, que hoy emitirá un fallo sobre dicha solicitud.
Ion SALGAGO | GASTEIZ
«Una pandilla de sinvergüenzas». Con estas palabras describió ayer Alberto Frías al Gobierno español, al CSN y a Nuclenor, que la semana pasada remitió un escrito al Ministerio de Industria, Energía y Turismo con una petición concreta: la revocación parcial de la Orden Ministerial IET/1443/2012 del 29 de junio. Una polémica norma, diseñada por Mariano Rajoy para garantizar la continuidad de la central burgalesa, en la que se establecen los pasos a dar por la empresa para solicitar un nuevo permiso de explotación.
En una rueda de prensa ofrecida ayer en el centro de Gasteiz, Frías, que compareció ante los medios de comunicación en representación de la plataforma «Araba Sin Garoña», explicó que la solitud de Nuclenor, que será analizada hoy por el Pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), tiene por objeto alargar su licencia de explotación. A este respecto, cabe señalar que, tal como dicta la orden ministerial vigente, el permiso actual expirará el próximo 6 julio, fecha en la que debería cerrar la planta.
No obstante, si el CSN acepta la solicitud de la mercantil -participada al 50% por Iberdrola y Endesa-, esta podrá mantener la central en parada fría, sin producir electricidad, durante doce meses más, reservándose la posibilidad de solicitar un nuevo permiso de explotación en el futuro. En definitiva, una nueva vuelta de tuerca que ha despertado el malestar de la plataforma ciudadana que en diciembre, cuando Nuclenor anunció que no recargaría el reactor, celebró el cierre de la central.
En opinión de Frías, que no tuvo reparos en calificar de «extemporánea» la propuesta de la empresa propietaria de Garoña por considerar que la misma está fuera de los plazos legales dictados por Madrid, esta situación es la «escenificación del pulso entre el oligopolio eléctrico y el Estado». «Nuclenor quiere que el Gobierno del PP sea amablemente sodomizado y subyugado por el oligopolio eléctrico», añadió.
Mensaje a la Fiscalía
La sumisión anteriormente citada ha suscitado recelos entre los colectivos adscritos a la plataforma «Araba Sin Garoña», que ven un posible delito de prevaricación tras la posición pronuclear del Gobierno de Mariano Rajoy. Por eso, Alberto Frías instó ayer al Ministerio Fiscal a que investigue de oficio si dar vía libre a la continuidad de la planta puede constituir un delito por parte de las autoridades políticas competentes.
Para argumentar esta posición, detalló el «efecto de las puertas giratorias», que está relacionado con la colocación de políticos y ex altos cargos de la administración en empresas relacionadas con el sector energético. Basta con recordar el fichaje del expresidente español José María Aznar por parte de Endesa, de la exministra de Economía, Elena Salgado, por una filial de la misma eléctrica, o de su antecesor, Pedro Solbes, por la italiana Enel.
Asimismo, criticó que el actual presidente del CSN, Fernando Martí Scharfhausen, ha trabajado para Repsol, ha ocupado el puesto de vicepresidente de la Comisión Nacional de Energía y ha sido Secretario de Estado de Energía antes de recalar en el consejo de seguridad. En cuanto a la labor desempeñada por el CSN, Frías denunció que esta entidad se ha convertido en una organización política que está «doblegada» a los intereses de las empresas eléctricas.
Además, cargó contra la labor de los cinco integrantes del Pleno del CSN -elegidos por PP, PSOE y CiU- por la rapidez con la que han respondido al requerimiento de Nuclenor. «Querríamos saber cómo el CSN va a ser capaz de dictaminar y estudiar toda la información técnica relativa al alargamiento», señaló.
Alberto Frías aprovechó la comparecencia ante los medios para reclamar una moción de censura contra el diputado general de Araba, Javier De Andrés. «No se puede tener a un diputado general que no defiende a la ciudadanía alavesa en un caso como este», señaló en alusión a la posible prórroga de Garoña. «Si no es capaz de hacer presión en su partido, ¿cuál es su función? ¿qué papel cumple?», se preguntó el portavoz de la plataforma, que recordó las 52 mociones presentadas contra la planta en las Juntas Generales.
Por su parte, De Andrés defendió ayer la postura del Gobierno español y señaló que, a su parecer, el CSN debería haber adoptado ya una decisión sobre el futuro de la central, porque «se ha generado incertidumbre y las vacilaciones en una materia tan sensible como esta no ayudan a que nos sintamos más seguros o a tener más confianza».
Asimismo, la consejera de Desarrollo Económico y Competitividad del Ejecutivo de Gasteiz, Arantza Tapia, que prefiere esperar a conocer el dictamen del CSN antes de entrar a valorar la decisión sobre Garoña, anunció que los integrantes del Gabinete Urkullu van «a ser un poco cautos, pero en la medida que podamos hacerlo, también seremos muy escrupulosos con las garantías que nos va a proporcionar».
Desde el Ejecutivo español, el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, reiteró que el Gabinete del PP apoyará la continuidad de Garoña si el CSN, que emitirá su fallo hoy al mediodía, da garantías, y defendió la energía nuclear por su rentabilidad. I.SALGADO
«Araba Sin Garoña» ha convocado una concentración para denunciar la posible prórroga. La cita, bajo el lema «Nuclenor, Gobierno, PP. No seáis sinvergüenzas», tendrá lugar a las 12.00 frente al Palacio Foral.