El profesor de la Universidad de Zaragoza, Antonio Casas, aseguró ayer que la presa de Esa «está en peligro» por las obras de recrecimiento, por lo que aconsejó la evacuación de los vecinos de algunas localidades cercanas, como Zangoza, situada a escasos kilómetros río abajo.

Así lo afirmó ayer en la Comisión de Comparecencias y Peticiones Ciudadanas de las Cortes de Aragón, donde compareció junto al presidente de la Asociación Río Aragón, Luis Solana; el integrante de Yesa + No y vecino de Zangoza Iker Aramendia y el alcalde de Artieda d'Aragón, Javier Jiménez.

Casas, del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Zaragoza, reconoció que sus palabras pueden sonar alarmistas, pero precisó que «lo que realmente asusta son los informes de la propia Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) que indican que la presa se está levantando».

«La presa actual está en peligro. No lo digo solo yo, lo dicen los informes de la CHE y la situación es tan dramática que habría que hacer la evacuación de la población de Sangüesa», manifestó el profesor Casas, quien destacó que la ladera de la margen de derecha de la presa se ha desplazado 180 milímetros al mes, lo que ha provocado deslizamientos graves, como el ocurrido en febrero, que constituyen «un riesgo no admisible para las localidades situadas aguas abajo».

«La situación a mi entender no es peligrosa, es dramática, porque se está jugando con materiales que ya se han deslizado con anterioridad, como lo reconocen, por otro lado, los informes de la CHE», manifestó.

Desalojo en febrero

Esta situación está provocando en los vecinos del entorno momentos de angustia, como en Zangoza, donde vivieron con incertidumbre el desalojo de la urbanización Lasaitasuna de Esa en febrero, apuntó Aramendia.

«Llevamos 50 años debajo de 500 hectómetros cúbicos sin un plan de emergencia», explicó, al tiempo que lamentó que no se dé información veraz a los municipios cercanos a la presa.

El Consejo de Ministros del Gobierno español aprobó el pasado viernes obras de emergencia para la estabilización de la ladera del estribo derecho de la presa de Esa, con un presupuesto de diez millones de euros. Estos trabajos comenzaron en febrero, tras el deslizamiento que provocó el desalojo de 70 viviendas en dos urbanizaciones de Esa.

Por ello, Luis Solana, presidente de la Asociación Río Aragón, exigió a los parlamentarios de PP, PSOE y PAR que reconsideren su apoyo al recrecimiento de Esa, ya que esta obra «será descartada tarde o temprano por sus consecuencias».