El sindicato LAB informó ayer de que de forma paralela al traslado colectivo de toda la plantilla, la dirección de la empresa Incoesa -dedicada a la fabricación de transformadores eléctricos- también ha iniciado el procedimiento para bajar el sueldo de los trabajadores. «Todavía no han indicado la entidad de esta reducción, pero sí han señalado que la horquilla está entre los salarios actuales de los trabajadores y las tablas salariales del convenio colectivo del Metal de Bizkaia», señaló la central por medio de un comunicado.

La mayoría de los trabajadoras de Incoesa llevan más de 30 años trabajando en esta empresa, por lo que para LAB este traslado colectivo se convierte en la práctica en un «despido colectivo disfrazado».

Los empleados exigieron a la dirección de Incoesa que retire el traslado colectivo y la reducción de salario, y que se siente a negociar y explorar «con seriedad» el mantenimiento de empleo estable y «digno» en Bedia. También hicieron un llamamiento al Gobierno de Gasteiz para que no permita la deslocalización de la factoría.

Juan Carlos Grijelmo, en nombre de la dirección empresarial, fue quien comunicó a los trabajadores el cierre de Incoesa y la y apuesta por la planta de Etesa -junto a Olvega y Oasa, también del mismo grupo- «más moderna y rentable». Esta factoría está ubicada en la localidad extremeña de Plasencia y en ella han invertido cerca de 20 millones de euros en los últimos años, según reconoce la propia empresa, inversión que no han hecho en la planta arratiana.

Al día siguiente de comunicar la decisión, la empresa inició el periodo de consultas de un traslado colectivo que afecta a toda la plantilla. A la totalidad de la mano de obra directa y parte de la mano de obra indirecta, más de 50 trabajadores, se les impone el traslado a Extremadura y a otros pocos trabajadores a Soria.

Pregunta a Confebask y Cebek

En su nota, LAB recuerda que el propietario de Incoesa, Higinio Arteta, fue premiado recientemente por su labor empresarial, por lo que pregunta a las patronal Confebask y a la vizcaina Cebek «si ésta es su propuesta de defensa del tejido industrial vasco y del empleo de Bizkaia».

En abril, el comité de empresa acudió al Preco ante el «incumplimiento» de la dirección del acuerdo para la negociación del convenio, en cuyo lugar planteó un ERE de suspensión del 75% de jornada. En aquel momento, LAB preguntó si la dirección apostaba realmente por la fábrica de Bedia o si estaba preparando «otro escenario».