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Raimundo Fitero

El Triste

 

Seguí de principio a fin la rueda de prensa de Florentino Pérez en su papel de presidente del Real Madrid CF ofrecida por Marca TV, pero que otros canales daban entera, en fragmentos o con comentarios. Los canales generalistas estatales la anunciaron, la siguieron como les convino y fue lo más comentado durante horas en las redes sociales. Fue una rueda de prensa trampa. O una rueda de prensa sin noticias porque se sabía desde diciembre que Jose Mourinho abandonaba sus cargos por decisión propia o por agotamiento, que el sustituto será Carlo Ancelotti y que iba a aprovechar la coyuntura para convocar elecciones. Lo único novedoso fue la fecha porque estaba claro que se presentará y seguramente como candidato único dadas las circunstancias y las condiciones para acceder a la presidencia: un aval de ochenta millones de euros.

No nos dejó más resquicio de interés que analizar el contexto. Y lo que sorprendía es que fue una rueda de prensa en blanco y negro. El fondo que enfocaban las cámaras era una foto mural del antiguo estadio de Chamartín en blanco y negro. El señor Pérez es un señor empresario en blanco y negro, y solamente existía un pequeño matiz en su camisa azul muy tenue. De las mentiras cínicas que dijo, nos gustó su temple. No titubeó jamás. Es un buen líder, por eso es multimillonario y tiene tentáculos en todas las administraciones. Pero no sonrió, era de una tristeza supina. Un aburrimiento. Cuatro palabras fuerza que repetía y repetía, sin dudas ni desvíos. Y volvía a repetir. Moderado, sin aparentes esquinas. ¡Qué bien miente! Yo lo miraba y creía estar viendo a cualquier dirigente del PP o al futuro presidente de gobierno.

Pero en los pocos momentos que se recibió otro enfoque del acto, pudimos comprobar que en la primera fila de la sala estaba su junta directiva. Y ahí estaba toda la plana mayor de los empresarios españoles más vinculados a la derecha del pelotazo, el ladrillo y la especulación. Todos los que en el palco hacen negocios, los que arropan con sus donaciones a la banda de los sobres con dinero manchado de cemento. Los que han convertido un club de fútbol en su Club privado. El de Florentino, el Triste.