Tornado en Oklahoma
Decenas de muertos y búsqueda de supervivientes entre las ruinas
Un tornado, de gran fuerza y tamaño, devastó la capital del Estado de Oklahoma, en Estados Unidos, causando al menos 24 muertos y más de 200 heridos, aunque los servicios de rescate seguían buscando supervivientes entre las ruinas de un paisaje que parecía «una zona de guerra», según relataban los habitantes que perdieron sus viviendas.
GARA | MOORE
«Lo he perdido todo», relataba un hombre a la cadena NBC mientras caminaba entre las ruinas de lo que era una granja de caballos. La población de Moore, en los suburbios de Oklahoma City, una de las más afectadas por el tornado que arrasó ayer esta ciudad, «parece un campo de escombros», según su alcalde, Glenn Lewis.
Padres y madres desesperados y entre lágrimas buscaban todavía a sus hijos, ya que el tornado dañó seriamente dos escuelas. La escuela elemental Briarwood recibió el impacto directo del tornado. Brady, un alumno, contó a la emisora local KOCO que él y otros compañeros se refugiaron en un cuarto baño. En la otra escuela afectada, la Plaza Towers, encontraron al menos a siete niños muertos.
Aunque un primer balance elevaba la cifra de muertos casi al centenar, ayer las autoridades la rebajaron a 24, de ellas nueve niños, y 23o heridos, pero advertían de que podía aumentar. Joe Jolly aseguró que su vecindad parecía «una zona de guerra. No tengo casa. Estoy todavía conmocionado. Ha sido terrible». «No puedo creer que haya sobrevivido a esto» explicaba Elizabeth, una mujer con el rostro magullado que se protegió en la bañera con almohadas cuando llegó el tornado. Poco después se encontraba entre las ruinas de su casa.
Cuando las alarmas sonaron en el barrio de Moore, en la tarde del lunes al aproximarse el tornado de tres kilómetros de diámetro, acostumbrados a este tipo de fenómenos, pocos podían imaginar la fuerza devastadora de la tromba, con vientos de más de 300 kilómetros por hora. Estuvo en acción durante unos 40 minutos y recorrió unos 32 kilómetros entre las poblaciones de Newcastle y Moore.
Melissa Newton afirmó a la cadena ABC que el granizo que llegó asociado «era del tamaño de pelotas de golf». «Era como la película `Twister' (...) Había caballos y cosas volando por todas partes», contó Lando Hite a la cadena KFOR. Incluso los meteorólogos más experimentados se sorprendieron, ya que su nivel fue clasificado como F-4 en una escala que va del 0 al 5. «Solo el 2 % de los tornados alcanzan este nivel en EEUU », subrayó Andrew Barret, meteorólogo de la Universidad británica de Reading. «A nivel de gravedad, está en lo más alto», dijo a France Press Jean Marie Carrière, director de previsión de Météo-France, aunque «no se puede decir que sea una sorpresa, porque es un fenómeno relativamente frecuente en EEUU».
Menos habitual es que el tornado alcance a su paso a una ciudad, como ha sucedido en Oklahoma.
Casi inmediatamente después de su paso, los servicios de rescate se pusieron en camino. Los habitantes iban de ruina en ruina llamando a posibles supervenientes. En la noche del lunes al martes fueron rescatadas 101 personas, pero aún quedaban muchas desaparecidas.
Steve Wilkerson, que ha perdido su casa, se felicita de seguir vivo: «Voy a reconstruir todo. Sólo quiero respirar y llorar, pero hay que ser fuerte y seguir».
Se declaró el estado de emergencia en seis condados del Estado y el presidente, Barack Obama, que declaró zona catastrófica, prometió a los habitantes de Oklahoma que el país «permanecerá a su lado todo el tiempo que sea necesario» y que «tendrán todos los recursos». «Por el momento, nos concentramos en las operaciones de rescate y el difícil trabajo de reconstrucción», señaló Obama.
El tornado de Oklahoma se ha originado en el denominado «Callejón de los Tornados», la zona de las grandes llanuras de EEUU, una zona propicia para estos fenómenos, donde confluyen a menudo masas de aire caliente y frío y que, en esta ocasión, ha tenido la peculiaridad de su gran diámetro: unos tres kilómetros, cuando los «normales» son de cien metros.
Durante los meses de mayo, el callejón (Tornado Alley) -entre las Montañas Rocosas y los Montes Apalaches- registra con frecuencia el choque de una masa de aire húmeda y cálida procedente del Golfo de México y otra desde el norte, de carácter inestable, según explica a Efe el meteorólogo Alejandro Lomas.
El contraste entre ambas es el que desencadena fuertes tormentas, muy dinámicas e inestables, que se asocian a la aparición de los tornados, uno de los fenómenos atmosféricos más violentos de la naturaleza. En dicha «confrontación» se producen unos giros de viento o torbellinos dentro de la masa de la tormenta, que pueden desembocar en una especie de «embudo», como el desagüe en una pila. También son frecuentes en el Pasillo de los Tornados en el noroeste de EEUU, en el centro y norte-sur de Argentina, el sudoeste de Brasil, sur de Paraguay y Uruguay. Los torbellinos puede que no tengan reflejo en la superficie, pero en otras ocasiones tocan tierra y se forma el tornado (clasificados en una escala de intensidad de F0 a F5).
Estos fenómenos no se pueden predecir exactamente, pero sí se conoce que están asociados a las tormentas severas, por lo que primero se analiza el área donde hay condiciones favorables para la formación de las tormentas severas y se hace un seguimiento minuto a minuto. Se siguen por radar y por satélite, que cuando captan ciertas características propias de un tornado activan un sistema de avisos a la población. «Pero hay casos en los que se reúnen todos los ingredientes y no se producen», indica Jean Marie Carrière, director de previsión de Météo-France.
«Nada permite afirmar que los tornados se vuelvan más frecuentes o más graves. Hay una gran variación de un año a otro, porque el tiempo varía de un año a otro», señala Ross Reyndols, de la Universidad de Reading, en Gran Bretaña. GARA
Maragall afirma que «no le podemos dar más oportunidades a quien no las necesita», y cree que el Govern no es presa de ninguna crisis ni de nada de nada, aunque «hayue el Govern no es presa de ninguna crisis ni de nada de nada, aunque «haya que.