LA DERECHA NAVARRA, EN LOS TRIBUNALES
El tesorero del PP en Nafarroa será interrogado por un pago a Cervera
El juez que instruye el caso del chantaje por el que está imputado Santiago Cervera ha dado orden a la Guardia Civil para que interrogue al tesorero del PP en Nafarroa por un pago sospechoso de 15.055 euros detectado en las cuentas del exdiputado. Se trata de un ingreso «en ventanilla» a una cuenta de Cervera sobre el que el juez ya preguntó al expresidente del PP cuando le tomó declaración, sin obtener una respuesta que resultara del todo convincente.
Aritz INTXUSTA | IRUÑEA
Santiago Cervera recibió un ingreso en su cuenta de 15.055,25 euros en una cuenta que posee en Banca Cívica el 30 de febrero de 2011. En ese momento, Cervera ocupaba la secretaría cuarta del Congreso por el PP. En su declaración ante el juez que instruye el chantaje, Cervera aseguró que se trataba de un pago que le había abonado su partido. El hecho de que este pago se realizara en efectivo, «en ventanilla» ha levantado las sospechas del juez Fermín Otamendi, que ha ordenado a la Guardia Civil que tome declaración al «gerente, tesorero o quien desempeñe en el Partido Popular de Navarra las funciones de pagador» para que explique «la finalidad de dicho pago».
El juez asegura que la explicación que dio Cervera resulta «ciertamente, un tanto extraña». Otamendi sostiene que se trata de una cantidad de dinero «nada despreciable» y que no es muy frecuente desembolsar en en metálico semejante cantidad en efectivo. Además, afirma que este método de pago resulta «desde luego, nada ortodoxo desde el punto de vista del control de las cuentas por parte de los órganos correspondientes». Asimismo, muestra su extrañeza por el hecho de que «un partido político pague sueldos, comisiones, dietas, gastos o cualesquiera otras cantidades mediante ingreso en efectivo por cuenta en ventanilla».
Otamendi comenzó a investigar las cuentas de Cervera para cerciorarse sobre hasta qué punto el exdiputado necesitaba los 25.000 euros que solicitó el misterioso chantajista al expresidente de CAN, José Antonio Asiáin. En sus pesquisas, detectó este cobro sobre el que quiere ahondar. En un auto con fecha de este lunes, el juez ordena a «la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil a recibir declaración al gerente, tesorero o a quien desempeñe, en el Partido Popular de Navarra, la funciones de pagador» para confirmar que fue este partido quien ingresó en metálico los 15.055,25 euros. Asimismo, los guardias civiles tienen el cometido de solicitar «los justificantes documentales y contables correspondientes». El auto no recoge ninguna pista sobre la identidad de quien hizo el ingreso en metálico.
Un peso pesado del partido
La figura de Cervera está muy deteriorada a raíz de su detención cuando recogió el sobre señuelo de la muralla. Sin embargo, su posición dentro del PP a nivel estatal llegó a ser muy alta e incluso aparecía en las quinielas de ministrables. Poco antes, Cervera había liderado la escisión de UPN que acabaría por conformar el PP en Nafarroa, unas siglas que nunca antes habían existido.
Tras realizar esta labor y tras una breve etapa en el Parlamento navarro, Cervera se presentó a las generales de 2011. Lo hizo como número seis del partido en la lista por Madrid, que encabezaba Mariano Rajoy. Todos los nombres que tenía por delante (Soraya Sáenz de Santamaría, Ana Mato, Alberto Ruiz-Gallardón y Miguel Arias Cañete) acabaron haciéndose con una cartera en el Gobierno.
Sin embargo, sus aspiraciones a una cartera se esfumaron a la par que su delfín, Ana Beltrán, perdía frente a Eloy Villanueva la presidencia del PP en Nafaroa. En paralelo, Yolanda Barcina logró un pacto con Rajoy para que UPN y PP acudieran de nuevo juntos a las elecciones al Congreso. Muy probablemente, la presidenta navarra solicitó que Santiago Cervera no fuera ministro, debido a los heridas que dejó la escisión que capitaneó el hoy imputado.
En lugar de ser ministro, Cervera acabó ocupando una de las secretarías del Congreso, como apoyo del presidente de la Cámara, Jesús Posada. Finalmente, cuando fue pillado in fraganti, dimitió de su cargo. El PP no le apoyó con firmeza y Cervera acabó por dejar el partido.
La comisaría de Policía que vela por la seguridad de los diputados ha informado al juzgado que instruye el rocambolesco chantaje a Asiáin que «no hay constancia de ninguna denuncia oficial» de Santiago Cervera sobre estar siendo víctima de seguimientos por parte de desconocidos. La defensa del exdiputado trasladó al juez que Cervera había avisado a esta comisaría de supuestos seguimientos tiempo antes de ser detenido en las murallas de Iruñea. Cervera también denunció ante la Guardia Civil que unos desconocidos le estaban vigilando cerca de su casa y en un centro comercial en una calle madrileña. Aunque la denuncia ante la Guardia Civil sí que está acreditada, se produjo tras ser detenido, con lo que su coartada queda en entredicho.
En concreto, Cervera aseguró que la comisaría del Congreso había elaborado un «informe de seguridad» que incluyó barridos microfónicos a su domicilio y en varios vehículos. Además, aseguró que al frente de este operativo de contravigilancia había un alto mando policial con el que dijo haber hablado en varias ocasiones de sus sospechas. Siempre según la versión del exdiputado, este mando le habría proporcionado un teléfono de emergencia y Santiago Cervera le llamó en varias ocasiones.
Estas declaraciones contrastan con el escrito remitido por la comisaría el 13 de mayo al juzgado. Se trata de un comunicado escueto que detalla que «cuando era secretario cuarto, se le prestaba asiduamente un servicio de contravigilancia», pero no se especifica que se hubiera practicado ningún depliegue especial.
El fiscal cita la misma sentencia que empleó para desestimar la denuncia de Kontuz sobre Barcina por la compra de oficinas de CAN a través de la sociedad Navarra Building. Según esta tesis, los políticos no actuarían en la CAN como cargos públicos.
El Ministerio Público, sin esperar a las conclusiones de las pesquisas de la Guardia Civil, da por buenas las actas que se presentaron en el juzgado, sin indagar sobre su veracidad. No cree que se redactaran ex profeso para el juicio.