Internacional
Siguen los adioses
Beckham y Carragher se despiden del fútbol, mientras Lampard renueva un año.
Joseba VIVANCO
«There's only one David Beckham», cantaba la hinchada del United que se desplazó a despedir a Sir Alex Ferguson -cuyo último chicle mascado se subasta en Ebay por 470.000 euros-, en un encuentro, el 1.500 del técnico escocés con los Red Devils, que acabó con un marcador de esos que no hacen gracia a los entrenadores, 5-5, frente al West Bronwich Albion, un resultado que no se daba en la liga inglesa desde hacía 29 años, y donde el joven belga Romelu Lukaku -cedido por el Chelsea- anotó tres saliendo desde el banquillo.
David Beckam estaba en el recuerdo de la hinchada mancunian en el penúltimo día de su adiós al fútbol profesional, alejado de su tierra, manteado por su compañeros y derramando lágrimas en el Parque de los Príncipes parisino. Con 21 años de carrera y 833 partidos oficiales, cuelga las botas. Su último pase se dibujará sobre el césped del Stade du Moustoir este domingo cuando su PSG, ya campeón, se despida de la temporada en el feudo del Lorient.
«Messi me pasó corriendo por al lado, y ahí supe que era el momento de retirarme», dijo entre risas. «Si me dices de pequeño que iba a jugar y ganar trofeos con mi equipo de la infancia, el Manchester United, que iba a tener el orgullo de capitanear y representar a mi nación en más de cien ocasiones y haber formado parte de algunos de los clubes más prestigiosos del mundo, te diría que es una fantasía. Soy un afortunado por haber cumplido esos sueños», se sinceró ya en serio.
Nacido el 2 de mayo de 1975 en el suburbio londinense de Leytonstone, este hijo de una peluquera y un instalador de gas, que de crío recogía vidrios en las carreras de galgos para sacarse unos peniques, ingresó en las filas del United a los 16 años, compartiendo inicios con otros que serían luego formidables `diablos' como Giggs, Scholes, Butt, Gillespie, Savage y los hermanos Neville, los bautizados como Fergie Boys.
Manchester United, Real Madrid, Los Angeles Galaxy, Milan y Paris Saint-Germain. Esa ha sido la impecable trayectoria de alguien cuya imagen superó al futbolista. «No le pega con la izquierda, no cabecea, no defiende y no marca muchos goles. Aparte de eso, bien», ironizó una vez George Best. Y es que más allá de su golpeo de balón, de su profesionalidad, Beckham es un hombre anuncio que ingresa más por publicidad que por jugar, y de paso hace ganar dinero a sus equipos. El día de la presentación de Zidane en Madrid se vendieron 400 camisetas; en la de Beckham, 8.000. La suya es el 23, en honor a su admirado Michael Jordan, aunque inicialmente fue su amado 7, número que hasta lleva tatuado y acompaña a su autógrafo, el mismo que no tiene inconveniente en rubricar durante horas si sus fans se lo reclaman. Cuida tanto su imagen -reconoce tener más ropa que su mujer, la ex Space Girl Victoria-, que sus asesores le aconsejaron ser el primero en abrazarse al compañero que consigue el gol para así asegurarse siempre que sale en la foto. Es más, se cuenta que en el minuto 23, su número, de partido solía detenerse a atarse las botas para que se viera la publicidad de las mismas.
Frankie sabe latín
Su fortuna se estima en 200 millones de dólares, muy por encima de la que acumula otro protagonista de este ocaso de la temporada futbolera, que no solo no se retira sino que ha prorrogado su contrato un año más con su equipo del alma, el nuevo Chelsea de, parece ser, José Mourinho. Hablamos de Frank Lampard, que, próximo a cumplir 35 años, jugará su decimotercera campaña con los Blues.
Hijo de futbolista profesional y sobrino del singular técnico Harry Redknapp, el joven Frankie salió del West Ham por 11 millones de euros para recalar en el Chelsea en 2001. En Upton Park, donde con 17 años debutó con los Hammers, se le criticaba esa vinculación familiar. «Recuerdo estar corriendo por la línea de banda y que me dijeran vete a sentarte con tu tío y tu papá, que no eres lo bastante bueno para salir a la cancha».
Modelo de futbolista, de compromiso, de superación, Frank Lampard es, además, una persona muy inteligente. Tiene un coeficiente intelectual similar al de Beethoven y al de Einstein, y siendo estudiante, logró sacar la máxima nota posible en la asignatura más difícil, latín.
Casado con una modelo barcelonesa de la que se separó en 2009, tiene dos hijas, Luna e Isla. No ha sido un jugador especialmente conflictivo fuera de la cancha, aunque nadie olvida su vídeo de alto contenido sexual, junto a Rio Ferdinand y Kieron Dyer, que inundó la red en 2000. Votante del partido conservador, aficionado a la música de U2, Frankie seguirá haciendo historia y goles en el Chelsea. Un Chelsea del que se despidió Rafa Benítez, que cogió al equipo a 4 puntos del líder en la jornada 12 y lo deja a 14 en la 38; eso sí, misma posición, tercero.
Dijo adiós el manchego que suena para el PSG o incluso el nuevo rico Mónaco, dijo adiós el elegante Roberto Mancini publicando una página de su bolsillo en los periódicos de Manchester en agradecimiento a los hinchas, y dijo adiós otra leyenda de los terrenos de juego, esta vez en el Liverpool, su capitán Jamie Carragher. Se despidió en Anfield, que por última vez le entonó el «We all dream of a team of Carraghers». 723 partidos, 17 temporadas, 11 títulos son los que deja tras de sí este hijo de uno de los hinchas evertonians más ilustres, y es que él y su familia eran hinchas del rival Everton, pero decidió unirse a la Academia del Liverpool.
Los Reds se han quedado fuera de Europa, a pesar de que en el último tramo de la temporada han dejado muestras de que pueden dar guerra la próxima temporada de la mano del portugués Coutinho y veremos si con Luis Súarez en sus filas. Solo quedaba un interrogante por resolver en la última jornada de la Premier League, y el Arsenal tuvo la respuesta, venció por 0-1 al Newcastle y certificó la cuarta plaza y la clasificación para la Champions League -17 temporadas seguidas entrando en Champions, pero 8 años ya sin un título-. Quedó por encima del Tottenham Hotspur, a pesar del nuevo golazo de Gareth Bale -¿el último Toffee?-, por cierto, el jugador que más amarillas ha recibido por simular en la Premier esta temporada, cuatro.
Se va, o mejor, lo deja, alguien menos conocido, Steven Harper, portero del Newcastle, que no pudo contener las lágrimas en mitad del partido, cuando en el minuto 37, durante 60 segundos el repleto St James'Park le aplaudió a rabiar. A sus 38 años, tras dos décadas con las Urracas y una trayectoria de eterno suplente, al final tuvo su premio y reconocimiento de los suyos.
Cavani, nuevo Capocannoniere
En la Bundesliga, el abusón Bayern perdía 2-0 a los tres minutos ante el Mönchengladbach y terminó ganando 3-4, con gol incluido de Javi Martínez. El Schalke 04 se aseguró plaza para la Champions. También estaba todo decidido en la Ligue 1, con nueva victoria del PSG en la penúltima jornada, mientras que la revelación Saint-Étienne le hizo un 2-0 al Marsella. Huelga decir que Zlatan Ibrahimovic, gracias a sus 29 goles, ha sido galardonado como mejor jugador del año en Francia.
La temporada de la Serie A alcanzó igualmente su clímax, cuando el Milan rozó el desastre pero consiguió recuperarse para asegurar la tercera plaza y la clasificación para la Champions League, polémica monumental incluida por un penalti no pitado a su rival y uno sí concedido sobre Balotelli. El Milan es el equipo al que más penaltis pitan a favor en las cinco grandes ligas en las últimas cinco temporadas, por delante del Madrid.
La que se quedó fuera fue la Fiorentina, que hizo los deberes ganando 1-5, pero no le sirvió. Mientras tanto, el Udinese certificó por tercer año seguido y a pesar de que cada curso le llevan a sus mejores hombres, su clasificación para la Europa League al derrotar por 2-5 a un desastroso Inter. En la tabla de Capocannoniere, Matador Cavani, que marcó y sumó 29 dianas; desde 1959 solo hicieron 29 goles en Serie A Luca Toni (31 con la Fiore en 2005/06) y Toto Di Natale (29 con Udinese 09/10).
Sobre las revelaciones de la temporada en el Calcio, citar al joven francés que rechazó a Alex Ferguson por ir a la Juventus, Paul Pogba; al chileno de su mismo equipo Arturo Vidal y sus 10 tantos y 7 asistencias; al argentino de 20 años Mauro Icardi, que pasó por la cantera del Barça y hoy triunfa en la Sampdoria con sus diez goles; y al colombiano del Udinese Luis Muriel, que ha hecho olvidar al ahora blaugrana Alexis Sánchez.
La Premier rusa vuelve a Moscú
Otro ilustre recupera el cetro para Moscú en la Premier rusa. El equipo del ejército, el CSKA, se ha impuesto al dinero del Zenit y Anzhi, y ha levantado su decimoprimer título, el primero desde 2006 y de un club moscovita. Su centrocampista Wernbloom lo valoró así: «Muchos grandes personajes han intentado conquistar Rusia, pero fallaron: ¡Yo lo conseguí! El día en que nos convertimos en campeones es uno de los más felices de mi vida. Le hablaré de ello a mis nietos, lo recordaré en mi lecho de muerte».
Palabras de emoción y no las únicas de este fin de semana en que se decidieron algunos campeonatos. Como el portugués. «En un momento como este, creo que es crucial dar las gracias a nuestras familias, a nuestros jugadores, a la directiva y por supuesto a nuestros aficionados», comentó el técnico del Oporto Vítor Pereira después de lograr su 27º título de Liga Sagres sin perder ningún partido. También se coronó campeón el Anderlecht en Bélgica, y un viejo conocido del Athletic, el Slovan Bratislava en Eslovaquia. Esto va tocando a su fin, pero no se vayan todavía, seguro que hay más.