El Consistorio de Alonsotegi ha rechazado el proyecto de Funeraria Aranguren para instalar en el pabellón 32 del polígono de Arbuio un tanatorio con crematorio. Varios informes jurídicos y técnicos avalan la decisión adoptada por el equipo de gobierno del jeltzale José Luis Erezuma, al entender que no se han resuelto los errores detectados en la documentación aportada y que no se puede aceptar.

En las conclusiones del informe emitido por el arquitecto asesor se apunta a que el proyecto «no justifica y/o incumple claramente normativa básica». Asimismo, se incide en que «contiene un conjunto de indefiniciones, contradicciones y errores» que sus autores no han subsanado a pesar de que se les requirió a ello, tesis barajadas por los vecinos de Arbuio desde que descubrieron el permiso otorgado por el alcalde.

«Incorpora un proyecto de horno absolutamente inadecuado e inespecífico. Deberá -afirma el técnico municipal- presentarse un proyecto real y concurrente con el que plantea». De ahí que se informe desfavorablemente a la concesión de la licencia de obras, trámite imprescindible para poder acometer ese polémico proyecto.

El arquitecto asesor precisa que el informe se ha emitido en relación a aspectos técnicos, «no habiéndose podido avanzar en los aspectos urbanísticos por las contradicciones internas del proyecto». Se afirma que los promotores les han presentado un plan visado en Aragón y La Rioja para instalar un horno incinerador de cadáveres en Miranda de Ebro, que no puede extrapolarse a lo que quiere emplazarse en Arbuio.

Para avalar la denegación de la licencia, se presenta un informe jurídico externo que recomienda esa posición, entre otras razones, porque Medio Ambiente de Lakua no ha otorgado el plácet a una instalación industrial molesta ubicada a escasos metros de bloques de viviendas.

La decisión municipal, sin duda, traerá consigo la reacción de la empresa de pompas fúnebres, que el 8 de noviembre de 2012 consiguió licencia de actividad por un decreto rubricado por el alcalde. Bildu descubrió el ocultismo en este expediente y lo denunció públicamente mientras los vecinos comenzaban a organizarse y movilizarse.

Las quejas ciudadanas dieron lugar a que el PNV fuera cambiando de postura y comenzase a plantear que se oponía a la instalación del crematorio en Arbuio. El conjunto de la Corporación municipal suscribió el 17 de enero una declaración institucional avalando las tesis vecinales. La funeraria ya avanzó que lucharía por su proyecto y que, en caso de ser necesario, acudiría a los tribunales.

Desde Bildu se exige al PNV que se desarrolle el punto de la declaración de enero, por el que el Ayuntamiento se comprometía a emprender la ordenación de usos que regule la instalación de nuevas actividades clasificadas como potencialmente peligrosas y/o que afectan a núcleos residenciales.