Tres victorias de etapa en las últimas tres jornadas de este Giro 2013 para un Movistar Team en racha. Después del triunfo del martes del vizcaino Beñat Intxausti en Ivrea y el del domingo en el Galibier de Giovanni Visconti, el tricampeón italiano completó ayer en la meta de Vicenza el póquer de victorias que iniciara Dowsett en la crono de Saltara. Brazos al aire y gesto de no creérselo para celebrar otro magistral triunfo en la 17ª etapa, de 214 kilómetros de recorrido y salida en Caravaggio, en la que nuevamente una cota situada a 16 kilómetros del final ejerció como juez definitivo.

Visconti apretó en la cota del final de la etapa, a unos 20 kilómetros de la llegada, hasta quedarse solo en cabeza e imponerse en la meta. El siciliano cruzó la última línea con unos segundos de ventaja sobre un primer grupo en el que se encontraban Nibali y sus rivales directos. El lituano Ramunas Navardauskas fue segundo en la etapa, por delante del esloveno Luka Mezgec y el italiano Filippo Pozzato, el «regional» del día.

En esta etapa plana y bajo un cielo clemente, el Movistar controló a distancia a los escapados de turno, el colombiano Miguel Rubiano, los belgas Maxim Belkov y Gert Dockx y el australiano Luke Durbridge, que se fugaron poco después de la salida. La ventaja de los cuatro aventureros nunca superó los cinco minutos, y se redujo a uno a 30 kilómetros de meta, gracias a la colaboración del equipo Argos.

En la cota de cuarta categoría situada a 16 kilómetros de la llegada, Rubiano, último superviviente de la escapada de la jornada, fue alcanzado y adelantado por Visconti, que había contraatacado pegado a la rueda de su compatriota Danilo Di Luca. El insaciable sprinter Mark Cavendish cruzó la meta a un minuto del grupo principal.

Visconti, de 30 años, logra su segundo éxito en tres días, tras su triunfo del Galibier, entre los montes nevados, a 2.301 metros de altitud. «Es la demostración de que la cabeza es todo. Con la fuerza del grupo, con la fuerza de la mente, las ganas que tenía de confirmar que estaba de vuelta al nivel que me corresponde... La verdad es que el Galibier me ha resucitado. Me ha servido para encontrarme a mi mismo, para recuperar la confianza en mí y en mis opciones en carrera. Si hace unos días me dicen que iba a atacar en una subida como esta, no lo hubiera creído, pero como digo el poder de la mente lo cambia todo», insistió el campeón italiano, intratable en el tramo final del Giro.

Visconti no terminaba de creérselo «era un sueño ganar una etapa en un Giro y en tres días he conseguido dos. Sabíamos que era una buena etapa para Ventoso o para mí, pero en la subida tenía buenas piernas y el corazón me pedía atacar. A 5 kilómetros de meta he sentido que la victoria era mía. Mi cara al cruzar la meta refleja cómo me siento», dijo en la página web de la escuadra telefónica.

La hora de Nibali

Mientras su compatriota Vincenzo Nibali (Astana) conserva la 'maglia rosa' de líder de la clasificación general. Nibali tendrá que confirmar su poderío en la cronoescalada de hoy, en el Stelvio y Val Martello el viernes y en las Tres Cimas de Lavaredo el sábado. De momento llega con una renta de 1.26 minutos sobre el australiano Cadel Evans (BMC) y 2.46 respecto al colombiano Rigoberto Urán (Sky).

Con un Movistar Team enrachado -16 victorias ya en lo que va de temporada y con Intxausti asentado en el noveno puesto de la general-, el Giro afrontará ahora su tríptico montañoso definitivo, empezando con la cronoescalada a Polsa (19 km al 5,7%) y los dos etapas de mañana y el sábado, cuyo recorrido según algunas fuentes deberá ser previsiblemente modificado a consecuencia de las inclemencias meteorológicas.