Muere acuchillado un soldado en Londres en un ataque que Cameron califica de «terrorista»
GARA | LONDRES
Dos hombres mataron ayer a cuchilladas a un soldado británico en el sudeste de Londres, en un ataque en el que testigos aseguraron que sus autores dijeron actuar «en nombre de Alá», antes de ser heridos y detenidos por la Policía. Tuvo lugar en pleno día, cerca de un cuartel militar de artillería en Woolwich.
«La única razón por la que hemos hecho esto es porque hay musulmanes muriendo cada día. Debemos combatirles como ellos nos combaten. Ojo por ojo y diente por diente», afirmó uno de los agresores, un hombre negro, con abrigo oscuro y un gorro de lana, en una grabación difundida por la cadena de televisión ITV.
«Juramos por Alá todopoderoso que no dejaremos nunca de combatiros», añadió el hombre, con un cuchillo y un machete ensangrentados en las manos, minutos antes de que fueran abatidos por disparos de la Policía.
«Es un acto bárbaro, un ataque horrible (...) manifiestamente de naturaleza terrorista», declaró el primer ministro, David Cameron, desde París dónde se encontraba en una visita que acortó para regresar a Londres. «El estado del espíritu británico es no plegarse nunca frente a este tipo de ataques . Los terroristas no ganarán jamás», añadió. Según algunos testigos, el autor del ataque y su cómplice pidieron a quienes se encontraban en el lugar que grabaran la escena mientras se inclinaban sobre el cuerpo inerte de su víctima, tendido en el suelo, gritando «Alá es Grande», e intentando decapitarlo.
Comité de crisis
Cameron ordenó a la ministra de Interior, Theresa May, que convocara una reunión de crisis, el comité Cobra, con presencia del ministro de Defensa y responsables de los servicios de seguridad. Tras la misma, a través de un comunicado, señaló que «todo indica que se trata de un atentado terrorista» y precisó que se reforzaría la seguridad en todos los cuarteles de Londres.
Scotland Yard informó de que los policías utilizaron sus armas para neutralizar a los dos sospechosos, que fueron ingresados en dos hospitales diferentes.
Según los testigos, en ningún momento intentaron huir del lugar y se enfrentaron a los refuerzos de la Policía cuando llegaron.