La Policía española detuvo ayer en sus domicilios de Madrid a dos fotoperiodistas, Raúl Capín y Adolfo Luján. El primero es colaborador de «Diario Independiente Digital» y «Mundo Obrero», mientras que el segundo distribuye sus trabajos a través de Internet. Los agentes acusan a Capín de supuestas agresiones ocurridas durante las manifestaciones celebradas el 23 de febrero y el 25 de abril, así como de facilitar que manifestantes eludiesen el arresto. A Luján, además, le imputan un delito de «calumnias contra los órganos públicos», asegurando que difundía en Internet las tesis de que policías de paisano estaban en el origen de buena parte de los incidentes. Las detenciones llegan después de una campaña de criminalización lanzada desde diversos medios españoles, que citando fuentes policiales señalaron a informadores como supuestos «radicales infiltrados».

Las detenciones ocurrieron a primera hora de la tarde, cuando agentes encapuchados irrumpieron en los domicilios de Capín y Luján. Posteriormente fueron trasladados a la comisaría de Moratalaz, donde pasaron la noche a la espera de declarar hoy ante el juez. Nada más conocerse la operación policial, diversas personas se concentraron frente a la sede policial, siendo identificados por los agentes.

Campaña

Las detenciones llegan después de una campaña de criminalización desarrollada por varios medios españoles. Por ejemplo, el diario «Abc» realizó un reportaje en el que acusaba a periodistas de ser «infiltrados de la izquierda». Para ilustrar el artículo aparecían varias fotografías del propio Capín, a quien se le pixelaba el rostro, algo que no ocurría con otros profesionales. Ambos fotógrafos son conocidos por sus coberturas de las protestas sociales, por lo que los arrestos generaron un amplio rechazo . Hoy están previstas concentraciones de apoyo.