Correa defiende que América Latina «ya no es el patio trasero de nadie»
«Vencer la pobreza debe ser imperativo moral», afirmó el presidente de Ecuador, Rafael Correa, al tomar ayer posesión de su nuevo mandato, en una declaración de intenciones en la que defendió los avances sociales del país en los últimos años. Subrayó además el compromiso con los otros pueblos latinoamericanos, destacando que «América Latina ya no es el patio trasero de nadie».
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El presidente de Ecuador, Rafael Correa, tomó posesión ayer de su nuevo mandato -hasta 2017- en un acto protocolario en la Asamblea Nacional en el que destacó la importancia de la inversión pública que «se convierte en vialidad, en justicia social, educación y salud. Los datos demuestran que en Ecuador ya no manda el capital financiero, aquí manda el pueblo».
Correa asumió de nuevo el mando con el aval de las últimas elecciones, en las que obtuvo el 57 % de los votos, y el compromiso de continuar la línea de políticas sociales emprendidas desde que asumió la Presidencia en enero de 2007.
«Vencer la pobreza debe ser el imperativo moral (...) Somos de los tres países con menor desigualdad junto con Venezuela y Uruguay», puntualizó y destacó que Ecuador está a la vanguardia en políticas de inclusión y «posee una de las economías más dinámicas».
Durante los últimos seis años, la economía ecuatoriana ha crecido una media del 4,3 % anual y la inversión pública se ha multiplicado por seis, hasta superar en 2012 los 11.000 millones de dólares (unos 8.500 millones de euros).
Correa tiene un horizonte completamente despejado en términos políticos y, con cien escaños en la Asamblea Nacional, podrá sacar adelante sus leyes sin complicaciones. La ley de tierras y la de aguas figuran entre los proyectos inminentes, así como una ley de comunicación que ha levantado ampollas entre los medios críticos.
El petróleo sigue siendo el principal motor económico del país, pero el Gobierno quiere reducir su dependencia con la construcción de presas hidroeléctricas, así como diversificar el tejido productivo.
A la ceremonia asistieron numerosas delegaciones internacionales y jefes de Estado como el venezolano Nicolás Maduro, el boliviano Evo Morales, el colombiano Juan Manuel Santos y el chileno Sebastián Piñera, entre otros.
Unidad latinoamericana
Correa subrayó el compromiso con los demás pueblos de América Latina «porque ya no somos el patio trasero de nadie». El mandatario hizo un llamamiento a la unidad latinoamericana y recordó que en la región existen causas como Las Malvinas y Cuba por las que hay que continuar la lucha.
Aseguró que «ya nadie va a aguantar las botas de las dictaduras» en Latinoamérica y que, para evitar agresiones, la región cuenta con organismos como Unasur y la Comunidad de Estados de Latinoamérica y El Caribe.
Tras el acto de posesión oficial, Correa llevó a cabo otro en el Centro de Eventos del Parque Bicentenario, ante sus seguidores.
El presidente de Ecuador pidió defender la patria latinoamericana como parte de un legado del expresidente argentino Néstor Kirchner y del venezolano, Hugo Chávez. «No han podido, ni podrán con nuestra integridad. No pudieron con Kirchner, ni con Chávez y no podrán contra nosotros», afirmó.
Correa consideró una expresión de «neocolonialismo» que la sede de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y de la OEA estén en Washington, recordando que EEUU es un país «que no es parte del Sistema Interamericano del Derechos Humanos y no ha ratificado ninguno de los instrumentos» sobre esta materia.
Rafael Correa reafirma su oposición al matrimonio entre personas del mismo sexo y excluye que su gobierno presente un proyecto en este sentido, aunque se muestra dispuesto a un referéndum. «Propongo una consulta popular», afirmó Correa en un mensaje en su cuenta de Twitter, en respuesta a un internauta que le reprochaba su posición contra el matrimonio homosexual. «Veremos si se trata de mis dogmas y mis prejuicios», añadió. La víspera de su investidura para un segundo mandato de cuatro años, el jefe del Estado rechazó de nuevo, la idea de una reforma de este tipo, en una entrevista en la cadena de televisión RTS.
«Tengo en mi movimiento personas de la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales). Hemos restaurado el respecto hacia ellos, pero no creo en el matrimonio gay», indicó. Ferviente católico, este economista de 50 años, reelegido el pasado febrero, precisó que era «muy progresista en materia económica y social», pero «bastante conservador para las cuestiones sociales», afirmando que la familia «es el elemento fundamental de la sociedad». Durante los seis años en que ha estado al frente del país andino, Correa también descartó la idea de proponer una ley que autorizara el matrimonio homosexual.
Correa también descartó en la entrevista la idea de organizar debates parlamentarios sobre este tema, afirmando que «hay muchas cosas urgentes para perder el tiempo con estos debates» En Latinoamérica, el matrimonio homosexual solo está legalizado en Argentina desde 2010, en Uruguay desde el pasado 10 de abril y en la capital de México desde 2009. GARA