Atarrabia recuerda el caso de Txuma Olaberri y censura que las agresiones policiales sigan hoy día
GARA | IRUÑEA
Esta semana se han cumplido veinte años de la agresión policial que dejó secuelas de por vida al joven de Atarrabia Txuma Olaberri. El aniversario no ha pasado desapercibido para sus vecinos, que han recordado a Olaberri y han denunciado la impunidad de este y otros casos. Recuerdan además que hechos similares siguen sucediendo, y sin ir más lejos otro vecino de Atarrabia perdió la visión de un ojo en la última huelga general por otro pelotazo.
Olaberri fue herido el 24 de mayo de 1993, cuando paseaba por el Paseo Sarasate de Iruñea con un amigo y recibió el impacto de una pelota de goma en la cabeza, percutido a escasos metros. Fue operado por traumatismo con hematoma subdural agudo en la parte izquierda del cráneo y sufrió desplazamiento de estructuras y contusión cerebral, que le provocaron daños cerebrales para el resto de su vida.
No hubo castigo alguno por ello. Al contrario, Olaberri fue señalado como participante en los incidentes callejeros que desembocaron en la carga. «Ninguna institución quiso aclarar lo sucedido», subrayan.
Su caso resultó similar al del joven de Errotxapea Mikel Iribarren, también muy gravemente herido -esta vez por un bote de humo- en Iruñea en 1991, y cuyo caso ha terminando derivando en una condena al Estado español por parte del Tribunal de Estrasburgo.
Hubo más jóvenes heridos gravemente en Iruñea en estos años en que se reproducían sin cesar enfrentamientos con las FSE en Alde Zaharra. Un anciano falleció al entrar un bote de humo en su vivienda de la calle Mercaderes.
Modelo policial
Los vecinos de Atarrabia exponen dos décadas después que «aunque los tiempos han cambiado, y mucho, los medios utilizados por las distintas policías siguen siendo los mismos. Muestra de ello es que otro joven del pueblo ha perdido la visión de un ojo por otro pelotazo de goma lanzado por la Policía en la pasada huelga general, e igual que en el caso de Txuma la impunidad de los responsables es manifiesta».
Para denunciar todo ello, el jueves unas 50 personas se concentraron en la Plaza del Ayuntamiento de Atarrabia. Además de exponer los hechos, reclamaron otro modelo policial que impida la perpetuación de este tipo de agresiones.