Relacionan con el conflicto sirio los cohetes lanzados desde Beirut
Dos cohetes disparados desde Beirut cayeron ayer en un suburbio del sur de la capital, bastión del movimiento de la resistencia libanesa Hizbullah que combate junto a las tropas leales al régimen de Damasco, un signo de que la guerra en Siria se está extendiendo a todo Líbano. Además, tres cohetes impactaron en la localidad libanesa de Al Hermel, en el valle de la Bekaa, sin causar heridos.
GARA | BEIRUT
Hacia las 7 de la mañana dos cohetes Grad cayeron en un barrio del sur de Beirut causando heridas a cuatro personas, según una fuente de seguridad libanesa, un incidente sin precedentes desde la guerra lanzada contra el pueblo libanés por Israel en 2006. «Dos cohetes Grad cayeron en un suburbio del sur de Beirut, Chiyah. Uno cayó sobre un concesionario de coches donde cuatro personas resultaron heridas», dijo dicha fuente a France Presse.
El segundo cohete alcanzó una casa y provocó importantes daños materiales pero sin dejar víctimas, indicó un fotógrafo de la agencia francesa presente en el lugar. «Este incidente está probablemente relacionado con el conflicto sirio», dijo la fuente de seguridad.
«Los autores de este ataque son terroristas y vándalos que no quieren la paz y la estabilidad para Líbano y los libaneses», denunció el presidente libanés, Michel Sleiman, en un comunicado.
El ministro de Interior, Marwan Charbel, se dirigió inmediatamente al lugar del incidente y denunció «un acto de sabotaje que apunta a crear la discordia. No podemos de momento acusar a nadie. Esperamos que lo que pasa en Siria no afecte a Líbano», dijo a los periodistas.
El ataque se produjo un día después de un discurso del jefe de Hizbullah, Hassan Nasrala, en el que prometió a sus partidarios la victoria en Siria, donde el movimiento chiita combate junto a las fuerzas del régimen del presidente sirio, Bashar al-Assad, en particular en Al Quseir, ciudad siria a pocos kilómetros de la frontera nordeste de Líbano. «Siria es la retaguardia de la resistencia, el apoyo de la resistencia. La resistencia no puede quedarse de brazos cruzados cuando su retaguardia está expuesta y cuando su apoyo se quiebra», dijo Nasrala en un discurso para conmemorar el decimotercer aniversario de la retirada israelí de Líbano.
En Trípoli, la principal ciudad del norte de Líbano, los combates entre partidarios y opositores al presidente sirio continuaban. En una semana 31 personas, entre ellas 3 soldados, murieron en enfrentamientos, según informó una fuente de seguridad libanesa.
Además, tres cohetes impactaron ayer en la localidad libanesa de Al Hermel, en el valle del Bekaa, sin causar heridos, según informó la cadena libanesa LBCI, citada por el portal de noticias Naharnet.
El ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, condenó el ataque desde Abu Dabi y solicitó a las partes «evitar que la guerra en Siria se convierta en guerra en Líbano».
Líbano está profundamente dividido entre partidarios del régimen sirio, encabezados por Hizbullah, y el bando hostil al Gobierno de Damasco, con el exprimer ministro sunita Saad Hariri al frente.
En Estambul, la denominada Coalición Nacional de la oposición siria pidió paz en Líbano y estimó que Hizbullah repite «el grave error de Al-Assad al obligar a sus hombres a matar inocentes sirios, lo que va, sin lugar a dudas, a empujar a los honorables miembros de Hizbullah a desertar». La reunión de la oposición en Estambul, inicialmente prevista hasta el sábado para debatir entre otros temas su participación en una conferencia de paz internacional, fue prolongada un día.
El régimen sirio confirmó ayer su participación en la segunda conferencia de paz de Ginebra. «He comunicado al primer ministro [iraquí] y a Hoshyar [Zebari, el canciller iraquí] nuestra decisión de principio de participar en la conferencia internacional prevista en Ginebra», dijo Walid Muallem, el ministro de Exteriores de Siria, en una conferencia de prensa ofrecida en Bagdad, donde realizaba una visita sorpresa. El anuncio oficial de Damasco llegó después de que Rusia adelantara el viernes que autoridades sirias le habían confirmado su participación.
Al Mualem consideró que la futura conferencia constituye una «oportunidad» e insistió en que, desde el inicio del conflicto en marzo de 2011, su Gobierno «ha creído que el diálogo entre el pueblo sirio es la solución». En ese sentido, reiteró que «no existe ninguna fuerza en el mundo que pueda tomar decisiones en nombre del pueblo sirio, que es el único que tiene derecho a hacerlo». El jefe de la diplomacia siria anunció que él mismo encabezará esa delegación en la que será la segunda conferencia de Ginebra, ya que la primera se celebró en la ciudad suiza en junio de 2012 sin la presencia de las partes en conflicto.
Entonces, el denominado Grupo de Acción para Siria (integrado por China, Rusia, EEUU, Estado francés, Gran Bretaña, Turquía, la Liga Arabe, la ONU y la Unión Europea) presentó una iniciativa para la solución política en Siria, que sugería la creación de un Gobierno transitorio que incluyese a representantes del régimen sirio y de la oposición.
La nueva reunión, propuesta por Washington y Moscú, pretende sentar en la misma mesa al Gobierno y la oposición siria en un intento de encontrar una solución política al conflicto. GARA
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció ayer el inicio de un gran simulacro de ataque con miles de cohetes y misiles, entre ellos varios con armas no convencionales por primera vez a escala nacional. «Las amenazas contra la retaguardia israelí han aumentado de forma significativa en los últimos años. Israel es el país más amenazado del mundo por misiles y cohetes», dijo Netanyahu en la apertura de la reunión semanal del consejo de ministros. El simulacro «Retaguardia firme 1», que se extenderá hasta el próximo miércoles, lleva meses planeado, pero llega en un momento de creciente temor a una guerra con Siria. GARA