JAÉN 1

ALAVÉS 1

Un penalti indiscutible cuando el partido agonizaba supuso un sabrosísimo empate para el Alavés, que lo mereció por su mejor juego en el segundo período. Un derribo a Jaume lo convertía con sangre fría Borja Viguera para restablecer el empate y encarar con cierta ventaja el definitivo partido del próximo sábado en Mendizorrotza.

La primera parte en la Nueva Victoria estuvo marcada por el enorme respeto entre ambos rivales y, si bien el Jaén tuvo más posesión e intenciones ofensivas, le faltó profundidad. Aún así, las mejores llegadas fueron suyas. Tras unos minutos iniciales en los que el Alavés tocó bien, su anfitrión se hizo con la medular. Y dio sus primeros avisos. Al cuarto de hora, Montes fallaba la primera gran oportunidad para el cuadro andaluz, que quizá echaron demasiado en falta al sancionado Cascón. Mario Martos fue el siguiente en avisar, en un anticipo de lo que acabaría siendo el 1-0. Llegó en los minutos previos al descanso, cuando Servando, libre de marca, remachaba un saque de esquina al fondo de la portería, desatando la locura en las gradas de la Nueva Victoria.

Enfrió el encuentro hasta el intermedio el Jaén, lo que le permitió encarar el segundo acto con esa mínima ventaja. Pero a partir de ahí sus esfuerzos resultaron vanos ante un Alavés enrabietado. La segunda parte, así, cambió por completo. El cuadro albiazul pasó a dominar el encuentro, quedando claro el paso adelante desde el cambio de Guzmán en lugar de Agustín. Había que ir a por todas, pero el Jaén es un equipo muy sólido en defensa y el control del esférico no se tradujo en excesivas ocasiones de peligro. La primera clara fue un chut de Viguera que se iba fuera por poco, mediado el segundo tiempo.

Tensa espera

Lo cierto es que las acciones decisivas se hicieron esperar. La primera llegó en el minuto ochenta, cuando Nino vio su segunda amarilla tras tocar el esférico con la mano.

Redobló sus esfuerzos el Alavés, empujado por el casi millar de aficionados que le habían acompañado hasta tierras andaluzas, con Sendoa y Laborda ya en el campo en una clara apuesta ofensiva. Las oportunidades, aún así, se resistían. Hasta que Jaume fue objeto de un claro penalti, cumplido ya el noventa, para que Viguera, siempre decisivo, anotara el definitivo empate a uno y acercara -tampoco en exceso, pero al Alavés al menos le basta el empate inicial- a su equipo a Segunda A.