REMONTADA PARA FIRMAR LA PERMANENCIA
Salvación de electrocardiograma
Negredo adelantó al Sevilla y calló El Sadar en el inicio de la segunda parte, pero el gran capitán rojillo, Patxi Puñal, se sacó de la chistera un golazo de bandera por toda la escuadra y Álvaro Cejudo llevó el delirio a las gradas con un segundo tanto de falta directa.
OSASUNA 2
SEVILLA 1
Natxo MATXIN
¿Alguien pudo pensar que Osasuna iba a obtener la permanencia sin sufrir? De ilusos creerlo. Los rojillos necesitaron nuevamente una remontada cargada de tensión, sentimientos y agobio final. Tras el varapalo de Negredo al inicio de la segunda parte, dos golazos -ese apartado tan escaso esta temporada- de Patxi Puñal y Álvaro Cejudo trajeron consigo la salvación. La escuadra navarra igualará la campaña próxima su estancia más prolongada en Primera.
Con el graderío entregado a la causa -la afición no paró de animar-, los de Mendilibar encararon el choque con el patrón de juego que cabía esperar: presión muy arriba, poca circulación a ras de césped y mucho balón aéreo. El Sevilla, agazapado en su campo, confiaba su suerte a las peinadas de Negredo y las rápidas salidas de Jesús Navas.
Si no juego, los anfitriones al menos pusieron las ocasiones más claras. Ya De las Cuevas abrió el carrusel de oportunidades para el tercer minuto y Masoud, tres más tarde, protagonizó un lance a su estilo, dos regates y búsqueda de la escuadra, pero esta vez la intentona se marchó a las gradas.
Similar al guión que se pudo ver frente al Getafe, la escuadra navarra continuó a lo suyo, llevando el peso del partido, pero sin descuidar las espaldas. Otra diagonal y posterior tiro de De las Cuevas rozó el estreno del marcador. Para entonces, quien sí había anotado, además por partida doble, era el Betis, un resultado inmejorable para los intereses rojillos.
Osasuna apretó el acelerador en el segundo cuarto de hora y estuvo muy cerca de firmar el 1-0. Armenteros avisó con un flojo disparo tras asistencia inmejorable de Kike Sola (m.25) que fue a las manos de Beto, pero la mejor aproximación llegó con un cabezazo al palo de De las Cuevas, que posteriormente el cancerbero sevillista sacó con apuros, firmando a continuación una gran parada pues el rechace cayó a los pies de Armenteros, casi en el área pequeña. Acompasado con el grito de «San Fermín, San Fermín», cada corner y falta fue otra ocasión para adelantarse en el electrónico; de una de estas últimas también pudo Rubén, esta vez de cabeza, allanar el camino de la permanencia.
Revolcón tras el disgusto
La dupla Navas-Negredo ya había dado muestras de su calidad en la primera parte y al inicio de la segunda dejó su sello y un disgusto enorme en El Sadar. Una contra llevada por el menudo jugador acabó en las redes rojillas tras pase interior a Negredo, que dribló a Andrés y Rubén para marcar a puerta vacía.
La desolación tomó cuerpo en gradas y césped. A los de Mendilibar, tocados por el mazazo inesperado, les costó un buen rato reponerse del golpe. Sobreponerse a la tragedia que se cernía sobre el estadio iruindarra no pudo tener un cariz más simbólico: el jugador emblemático de la última década, Patxi Puñal, se marcó un gol de bandera por la mismísima escuadra.
El milagro era posible. Osasuna estaba a una diana de la salvación matemática. Faltaba la guinda y se puso desde el banquillo. Una falta directa magistralmente botada por Cejudo enfiló el camino de la salvación, sin olvidarnos de la intervención final de Andrés. La invasión final del público evidenció que se había logrado el objetivo.
Contento por el objetivo conseguido, José Luis Mendilibar no tuvo ningún reparo en reconocer en esta ocasión la importancia individual de un jugador carismático. El golazo que metió Patxi Puñal fue el punto de inflexión para que Osasuna obtuviese la ansiada permanencia. «Su tanto nos ha dado alas, hasta la hinchada se había quedado un tanto desilusionada tras la diana de Negredo. A partir del 1-1 hemos vuelto a tener garra y nos ha contagiado a todos», reconoció el técnico zaldibartarra.
Junto a ello, el preparador vizcaino destacó la gran parada que realizó Andrés Fernández casi a la conclusión del choque. «No sé dónde le ha pegado, pero en algún sitio le ha dado y ha evitado que nos empatasen», resaltó. Recordó, asimismo, cómo se dio un guión muy similar al de hace dos años, «es el deseado, ganar, pero ganar así, con este sufrimiento...», dejó caer.
Como es lógico, también tuvo palabras de agradecimiento a la afición. «Hay que darles la enhorabuena porque son una parte muy importante de lo que se ha conseguido. Seremos un año más de Primera e igualaremos la mejor trayectoria de este club en la máxima categoría».
Hubo tiempo, además, para hablar de su futuro. «Tengo contrato para el año que viene y estoy con ganas. Ahora hay una semana más para poder hablar de todo. La próxima temporada seguro que también tocará sufrir», añadió.
Con la derrota, el Sevilla pierde toda opción a alcanzar la séptima y octava plaza. Su meta será ahora un noveno puesto que dará derecho a jugar Europa si confirman la sanción al Málaga. «No quiero hacer valoraciones en caliente y desde la decepción, pero tengo una parte alta de responsabilidad en que no hemos cumplido las expectativas. El único mensaje que puedo lanzar es que por empeño no va a quedar, el equipo ha trabajado, pero nos ha faltado acierto», dijo su técnico, el hondarribiarra Unai Emery. N.M.
Tres mil aficionados se concentraron en los aledaños de El Sadar para recibir al equipo en los prolegómenos del trascendental partido. Banderas, bengalas y bufandas ondearon al viento pasadas ya las 18.00, todo ello acompañado por continuos cánticos de la horda rojilla antes de que llegase el autocar con los jugadores osasunistas.
Ni siquiera el ligero amago de lluvia que se produjo hacia las 18.30 inquietó a la multitud de hinchas que previamente habían estado disfrutando de la zona rojilla instalada en el frontón de Cordobilla. Entonando los compases del Riau-Riau, la muchedumbre tiró de paciencia hasta que el autocar del equipo asomó a las inmediaciones del estadio pasadas las siete menos cuarto de la tarde.
Fue el momento del clímax, con alguna que otra caída, fruto de la ola y empujones que se produjeron al entrar el autobús. Sin embargo, la cosa no fue a mayores y los futbolistas agradecieron el detalle de los suyos -Oier y Joseba Llorente levantaron el puño a los concentrados- al bajarse. N.M.
Osasuna consiguió su primer revolcón de la presente campaña en casa y no pudo llegar en mejor momento. Tras el 0-1 que anotó Álvaro Negredo se temió la tragedia, a la vista del escaso poder remontador del equipo este año en propio feudo. Dos individualidades de Puñal y Cejudo devolvieron la fe en este equipo.
Además de suponer el punto de inflexión para darle la vuelta al 0-1 que encajó al inicio de la segunda parte, el gol de Patxi Puñal supone la marca histórica de ser el conseguido por el futbolista más veterano en Primera. Su predecesor fue Clemente Iriarte, que anotó una diana en la máxima categoría con 35 años de edad.