El PNV y Lakua se lían con la fiesta del 25-O
La propuesta de EH Bildu para sustituir la festividad del Día del Estatuto por el Día Internacional del Euskara ha hecho que el PNV haya acabado impulsando que el 25 de octubre deje de ser festivo sin ofrecer alternativa. Una triple contradicción con lo dicho el viernes por el Gobierno.
Iñaki IRIONDO | GASTEIZ
El 25 de octubre dejará de ser festivo. O eso parece, por ahora. El PNV ha presentado una proposición de ley con ese fin, en una decisión que su portavoz, Joseba Egibar, admitió que se ha «precipitado» por la moción presentada por EH Bildu solicitando la supresión de este festivo para que fuera sustituido por el 3 de diciembre, Día Internacional del Euskara.
Lo que no permite asegurar el resultado final de la iniciativa jeltzale es la evidencia de que en cinco días han cambiado de opinión, abriéndose una evidente contradicción entre el partido y el Gobierno de Iñigo Urkullu.
El pasado viernes, EH Bildu preguntó al lehendakari qué intenciones tenía en relación al 25 de octubre y el calendario laboral. En lugar de Urkullu respondió el consejero de Empleo, Juan María Aburto. Dejando claro que la festividad no gusta al Ejecutivo y que considera que la ley que la creó es «profundamente equivocada», reiteró que el Ejecutivo no retiraría dicha fiesta para 2014 por un problema de plazos y, más importante, porque «derogar esa ley creemos que llevaría solamente a evidenciar nuevamente la diferencia y el desacuerdo». El consejero subrayó que el calendario legislativo del Gobierno tampoco incluía ninguna reforma.
Además, Aburto reprochó a EH Bildu que traslade a la Cámara debates que «tienen poco que ver con las preocupaciones de la ciudadanía» y, al mismo tiempo, solicitó que, de presentarse iniciativas, se hicieran con propuesta de alternativa.
Triple contradicción
En resumen, el lunes EH Bildu presentó una moción para eliminar la festividad con la alternativa del 3 de diciembre. Y después de que esto se hiciera público el martes, el PNV anunció el miércoles la presentación de una proposición de ley.
La iniciativa del PNV incurre en una triple contradicción con la posición del Gobierno. Por un lado, propone un debate que según Lakua no interesa a la ciudadanía y en «30 años no ha tenido ninguna importancia». En segundo lugar, plantea una supresión que, en palabras del consejero, «genera nuevamente división y traslada a la sociedad un mensaje de conflicto». Por último, el PNV no ofrece ninguna alternativa, algo que el titular del Departamento de Empleo ponía como condición para un debate que debería transmitir a la sociedad «que somos capaces de llegar a acuerdos».
Pese a todas las evidencias, Aburto ha manifestado que la nueva iniciativa del PNV «no contradice» al Gobierno, y repitió que la moción de EH Bildu fue la espoleta para la reacción jeltzale.