Gloria LATASA gloriameteo@hotmail.com
El año sin verano
Hipótesis anteriores atribuían el no verano de 1816 a la aparición de manchas solares,
al descenso de hielo polar hacia el Atlántico Norte, a los pararrayos...
Allá por el año 1815, en un lejano lugar -la isla de Sumbawa- la tierra tembló. Sus sacudidas fueron consideradas el mayor cataclismo volcánico conocido en los últimos 10.000 años. El volcán Tambora fue en parte «escupido» hacia la atmósfera por gases acumulados en su interior durante milenios (vapor de agua, gases carbónicos y gases sulfatados). Con la explosión, pasó de tener 4.000 a 2.850 metros de altitud. Una parte importante de los materiales arrojados al aire cayó al mar, provocando una ola -un tsunami- de 2 metros de altura que causó un gran numero de muertos.
Otra gran cantidad de partículas fue a parar a la estratosfera. Allí permanecieron flotando durante años. Ayudadas por vientos del E, formaron una banda estrecha que rodeó el globo y terminó por cubrir con un delgado velo las latitudes tropicales. En contacto con vientos estratosféricos del W, se extendieron también por las regiones templadas hasta terminar rodeando la Tierra. Este velo imperceptible -se sabe de su existencia por las coloraciones rojizas del cielo- provocó tales cambios meteorológicos que 1.816 fue bautizado como el año sin verano.
La influencia de las erupciones volcánicas en el clima no se descubrió hasta 1963, con el estallido del Gunung Agung en la isla de Bali. Pero hubo que esperar a 1970 (H Lamb) para establecer una auténtica relación entre la explosión de 1815 y el verano de 1816 (siguiendo una teoría de B Franklin de 1784); registrar todas las erupciones ocurridas desde 1500 hasta 1960; y formular un «Indice de velo de polvo» (IPV) que permitiría hacer comparaciones.
Hipótesis anteriores atribuían el no verano de 1816 a la aparición de manchas solares, al descenso de hielo polar hacia el Atlántico Norte, a los pararrayos... Estos últimos días también andamos barajando hipótesis... En alguna de ellas se ha hablado de que 2013 va a ser un año sin verano. Sin embargo, no todos los expertos están de acuerdo. Están también quienes pronostican que los próximos meses vamos a poder disfrutar de valores de temperatura y precipitación «normales» para esta época del año.