HUELGA GENERAL 30 DE MAYO
Bizkaia vivió con intensidad en comarcas de referencia y unió fuerzas en Bilbo
Juanjo BASTERRA | BILBO
Miles de personas inundaron ayer a mediodía la Gran Vía de Bilbo, entre la plaza Moyua y la del Sagrado Corazón, en una marcha encabezada por dos tractores de EHNE y un camión de los transportistas de Hiru entre gritos en favor de la huelga y por un modelo económico y social propio para Euskal Herria.
Los organizadores destacaron en la capital bilbaina que la respuesta a la huelga general en Bizkaia fue «muy importante» y recordaron que en la capital el paro fue desigual, como en anteriores ocasiones.
En Bilbo, cuatro columnas de manifestantes llegados de otros puntos de Bizkaia confluyeron a mediodía en la plaza Moyua, que quedó colapsada a pesar de la adversa meteorología. Desde Deusto, Alameda Rekalde, Ayuntamiento y Juan de Garai se movilizaron los huelguistas por las calles de la capital. La repercusión de la huelga tiene mayor efecto en las poblaciones de Bizkaia que en la capital, Bilbo. La Ertzaintza intervino en algunos puntos como en Basauri donde un integrante de un piquete informativo fue imputado por una falta de respeto a los agentes cuando le reclamaban su identificación.
En esta actuación, la Ertzaintza usó las porras para disolver a los miembros de dicho piquete. En Getxo otro hombre fue imputado por insultos y desobediencia a la Policía autonómica, durante una protesta que tuvo lugar ante la oficina de Lanbide. En Barakaldo un ertzaina utilizó la porra «sin motivos», según explicaron los integrantes del piquete, que admitieron que fue separado por sus compañeros.
En Bilbo, además de cortes de calles en Ullibarri y de otras acciones, los piquetes recorrieron el Casco Viejo y junto a la sede de Kutxabank hubo un momento de tensión con un transportista que se puso nervioso ante la presencia de manifestantes.
El responsable del área social de ELA, Mikel Noval, destacó «el amplio seguimiento» de la huelga y la responsable de comunicación de LAB, Sonia González, defendió la respuesta ciudadana y pidió un nuevo modelo económico y social.
Admitieron que en las poblaciones más importantes de Bizkaia la incidencia fue «notable», como en Lea-Artibai, Gernika, Ezkerraldea, Durangaldea, Basauri y Arratia, entre otras.
En la capital, los piquetes informativos mantuvieron una jornada ajetreada. A las 5.30 de la mañana se concentraron ante las cocheras de los autobuses en San Inazio, para después venir en caravana. Tras pasar por Deusto llegaron hasta la plaza Euskadi, donde se encuentra la Torre Iberdrola, donde estuvieron concentrados durante unos minutos. A las 9.30 una parte de los piquetes se dividió para acudir a la entrada del Ayuntamiento de Bilbo que celebró su Pleno y, otra parte, se concentró en la plaza del Sagrado Corazón, desde donde partió una manifestación hasta el Consistorio, donde llegó otra columna para acudir a la manifestación del mediodía desde la Plaza Moyua.
En algunas zonas de la capital vizcaina, como en el Casco Viejo o en Ullibarri, se realizaron acciones para reclamar un modelo propio para Euskal Herria.
Ante la sede de BBVA hubo un piquete informativo toda la mañana y la Ertzaintza custodió las entradas a El Corte Ingles, donde se produjeron algunos momentos de tensión con la Ertzaintza, que trató de detener a un joven. Los manifestantes echaron bolsas de basura y de papeles dentro del Banco Santander y también de Laboral Kutxa, entidades que permanecieron con sus puertas abiertas durante la jornada.
Sonia González, secretaria de Comunicación de LAB, y Mikel Noval, secretario de Política Social de ELA, cerraron el acto matinal. Tras unas palabras de la representante de STEE-EILAS, Arantza López Garaialde, quien dijo que «buscan nuestro empobrecimiento, pero juntos en la lucha podremos pararles».
La secretaria de Comunicación de LAB destacó la respuesta de los ciudadanos y de la clase trabajadora y se refirió al lehendakari Urkullu y al portavoz de su Gobierno, Erkoreka, para preguntarles «si la relajación del déficit significará que nos van a vender a Madrid con las nuevas reformas que se presumen».
Para González, la salida es un cambio de rumbo «porque no hay capitalismo bueno o humano. Hay alternativa y la hemos puestos sobre la mesa. Nuestro pueblo es el que está plantando cara en las empresas y en las calles a las políticas neoliberales de Europa». Recordó a Josu Erkoreka «que la huelga no es un tropezón, sino un impulso y un empoderamiento del pueblo. La lucha por la soberanía popular ni empieza ni termina aquí».
Mikel Noval destacó «la movilización y la lucha». Recordó que cada banquero ha recibido en ayudas 6.000 euros por cada ciudadano vasco, «mientras la población se empobrece». J.B.