Raimundo Fitero
Un modelo
Hasta sus últimas producciones, sus guiones, su manera de manifestar su actitud política se debe resaltar. Se mantuvo fiel en unos principios que abarcan una idea abierta de la obra como asunto colectivo y global. Se puso detrás, al lado, delante o por encima, pero siempre buscando una línea reconocible, donde la calidad y la coherencia presidieron sus decisiones. Como la televisión es hoy en día la única y posible gran sala de cine, vamos a seguir disfrutando de sus producciones durante muchos siglos. Al igual que llevamos décadas que de repente se nos convierte el electrodoméstico esencial en un servidor de arte audiovisual y aparecen algunas de sus producciones más emblemáticas, las que le dieron marchamo, las que hizo en colaboración con los directores más exigentes, porque con él hicieron cine Carlos Saura, Fernando León, Víctor Erice, Julio Médem, entre otros directores que dieron sus primeros pasos en su compañía.
Produce cierta pena tener que revindicar esta figura tan importante en un obituario. Leeremos su biografía y a muchos les sorprenderá que fuera futbolista en la Real, nacido en Hernani, y pasaremos a las consideraciones profesionales de los especialistas para comprender su grandeza. Pero lo importante es señalar que lo que nos deja es lo que debería imitarse. En estos tiempos tan grises, tan abocados a lo simple y resultón, contemplar su obra debería señalarnos una manera de afrontar el futuro.