«Soñar a lo grande, porque tenemos futuro como pueblo»
Nekane Jurado explica que es necesario actuar en «bloque» y «como pueblo» al margen del diseño capitalista sin «esperar a la independencia» y dice que el modelo puede ser «auzolan». A su juicio, los capitalistas están recuperando lo que perdieron en 1945 y se deshacen del estado de bienestar social.
Juanjo BASTERRA
Komite Internazionalistak celebró durante la pasada semana las jornadas: «Kapitalismoaren aurrean.., herrien arteko ideien kontrabandoa». Catalunya, Andalucia, América Latina, Cuba y la soberanía alimentaria estuvieron presentes.
Abrió la semana la economista Nekane Jurado, que habló sobre «Crisis en Euskal Herria». Fue atrevida. Dejó claro que «no es una crisis económica» y desarrolló durante más de 90 minutos un discurso claro y directo sobre lo que en realidad está pasando. En una primera parte, Jurado diseccionó con absoluta precisión «el relato de clase» de dónde surgió el movimiento obrero a finales del siglo XIX, la posterior irrupción de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), que contuvo el avance del capitalismo y equilibró los dos polos opuestos de la actividad social, económica y política en el mundo.
El modelo socialista frenó el avance del capitalismo y le obligó a hacer concesiones, para lo que, tras la Segunda Guerra Mundial, se instauró el Estado de Bienestar, según indicó. «El pacto del Estado de Bienestar -dijo Jurado- contuvo el avance del socialismo» y se fijaron cuatro pilares: «empleo con leyes rígidas; protección social con Educación, Sanidad, Vivienda, etc, bajo responsabilidad del Estado, es decir público; recursos económicos suficientes, es decir pacto fiscal en el que se garantizaban que las rentas altas pagasen impuestos altos; y, democratización de los parlamentos».
Este gran avance, sin embargo, nunca satisfizo al núcleo duro capitalista que, poco a poco, fue agujereando ese bloque social. El desmoronamiento, en realidad, llegó con la caída de la URSS. A juicio de Jurado, aunque fue perdiendo desde la crisis del petróleo, la «guerra fría», las reconversiones, o el Tratado de Maastricht, entre otros episodios, los capitalistas no cesaron en sus ataques antes y después. Destacó 1991 como el inicio de la privatización de la banca en el Estado español, «nada más producirse el Golpe de Estado en la URSS» y el inicio de las grandes reformas con el PSOE «con el único fin de desmontar el Estado de Bienestar». Llegó el Pacto de Toledo, tan presente estos días, el «decretazo» sobre la precarización del empleo y la entrada de las ETT.
Caída de la inversión
Se pone en marcha el Tratado de Maastricht, que es el inicio de la reducción de la inversión pública, «siguiendo» al Acuerdo de Washington. «Hasta 1993 el gasto público en relación a la riqueza se mantuvo en una línea ascendente, pero desde esa fecha empieza a caer por debajo del 24% del PIB vasco. El año pasado cerramos en torno al 17% y estaremos ya por debajo del 16%», dijo Jurado, que aseguró que «hemos perdido un tercio de la riqueza pública» que, evidentemente, ha ido a parar a manos de la élite económica.
Para la economista, el mundo capitalista ha aprovechado la crisis de las «subprime» (hipotecas basura en 2007) para destruir todos esos elementos que quedaban del Estado de Bienestar. Cree que «nunca fue una crisis del sistema financiero» y, sin embargo, «se utilizó para reforzar al sistema privado capitalista y dejar `grogui' a la clase trabajadora». Con precisión dijo que saldremos de la crisis en 2015. «Habrán pasado 50 años desde que los capitalistas se vieron en la obligación de ceder a la clase obrera una parte del espacio. Están recuperando esa posición. Sí, 50 años después».
Llegados a este punto, reconoció que hay alternativas, pero esa parte se la dejó a «Maritxu», una ama de casa, que, con más desparpajo y mucho sentido figurado, llamó a actuar en favor de un modelo de distribución de la riqueza, un modelo de socialismo identitario vasco porque «la economía es ideología».
Uno de los mayores peligros que vio esta transformada Jurado es el «individualismo». A su juicio, «se tiene que producir un cambio como pueblo, debe extenderse un puente que una la dura realidad de hoy con un manaña esperanzador. No podemos esperar a la independencia, al ritmo que vamos».
Para ella, como ya existen grupos que trabajan en esa línea, la salida está en el«auzolan», donde cada persona «aporte un valor, al margen del dinero, un capital al servicio de nuestro pueblo». Debe ser al margen de las leyes económicas y capitalistas actuales para «dejar de ser mercancía pura y dura». «Maritxu» dijo que debemos «mirar las cosas con los ojos de la inocencia» para aportar un cambio «lanzándonos al compromiso como pueblo». «Debemos soñar a lo grande. Porque podemos elegir nuestro futuro», terminó.