ALAVÉS 2

TENERIFE 0

Honorífico e, indudablemente menos atractivo que el que consiguió hace una semana, pero el último objetivo de la temporada también queda a tiro para el Alavés, que toma una ventaja considerable en la eliminatoria por el título de campeón de Segunda B. Lo que, además, le permite despedirse de Mendizorrotza como corresponde a una campaña triunfal, con victoria.

Los dos entrenadores decidieron ayer dar minutos a sus jugadores menos habituales. En el once albiazul solo sobrevivían cinco de los jugadores que habían actuado de inicio ocho días antes ante el Jaén y el panorama no era muy diferente en el bando contrario.

La igualdad fue la nota predominante en la recta inicial del encuentro, aunque el primer aviso serio lo firmó el que sería gran protagonista del partido, Borja Viguera, con una acción por el costado que acabó con un remate a bocajarro de Juanma. Con el paso de los minutos, el Tenerife le fue tomando el pulso al partido, pero a partir de tres cuartos de campo se mostró errático, sobre todo a la hora de dar el último pase. Y, además, la movilidad de Viguera traía de cabeza a la zaga chicharrera.

En el ecuador del primer acto volvió a la carga el Alavés, de quien fueron los minutos previos al descanso. Sendoa en un par de ocasiones y Juanma bien pudieron desnivelar el marcador, pero no estuvieron acertados en la definición.

Tras el descanso Álvaro Cervera movió banquillo, dando entrada a Cristo Martín. La presencia del centrocampista dio otro aire al Tenerife que, en los primeros compases de la reanudación, puso cerco a la portería de Urtzi. Pero cuando mejor estaba jugando el equipo canario, llegó el primer gol de los gasteiztarras. Viguera se sacó de la chistera un disparo desde la frontal y, tras tocar en el travesaño, el esférico se introdujo en la portería de Roberto.

A partir de ese momento, el Tenerife se volcó definitivamente al ataque. Pero lo hizo con más corazón que cabeza y su anfitrión pudo dejar el encuentro visto para sentencia, otra vez por mediación de Viguera. Pero cuando el ariete riojano iba a encarar al meta rival, Tarantino le robó la cartera in extremis. Los últimos minutos fueron un querer y no poder de un Tenerife sin ideas, errático en los últimos metros. El conjunto isleño llevaba la iniciativa en el centro del campo pero cada vez que se acercaba a las inmediaciones del área de Urtzi no sabía qué hacer. Y acabó lamentándolo porque su castigo empeoró. En el tiempo de descuento y ya con los chicharreros volcados a la desesperada, de nuevo el omnipresente Viguera estableció la sentencia, al culminar una contra llevada por Óscar Rubio.

Borja Viguera

En las últimas semanas parece tocado por una varita mágica. Suyos fueron los goles que dieron el ascenso al Alavés frente al Jaén y suyos fueron los dos goles que dejan al equipo a un paso del campeonato. Trajo de cabeza a la defensa tinerfeñista.