Red Bull ya tiene la ansiada victoria en Canadá. Era uno de los dos circuitos donde no había logrado alzarse con el triunfo -el otro es el de Austin-, pero fue un solitario e incontestable Sebastian Vettel quien lo consiguió. El alemán, además, fue el único que eclipsó de manera positiva el Gran Premio disputado en el circuito Gilles Villeneuve de Montreal, donde varios fueron los duelos de altura que se vivieron en las 70 vueltas de las que contó la séptima carrera.

Por detrás de Vettel finalizaron Fernando Alonso (Ferrari), que fue de menos a más, y Lewis Hamilton (Mercedes), que le ocurrió todo lo contrario al final de carrera, ya que se vio superado por el asturiano a solo siete vueltas para la conclusión.

Gracias a su victoria, el germano abre hueco en la clasificación del Mundial, en la que Kimi Raikkonen (Lotus) pierde algo de fuelle a causa de su noveno puesto. El finlandés se ve superado por Fernando Alonso, aunque puede presumir de igualar al Káiser, Michael Schumacher, con 24 carreras consecutivas puntuando.

Sebastian Vettel no tuvo rival; ni en la clasificación del sábado ni en la carrera. Desde el mismo instante en que se apagaron los semáforos, el tricampeón más joven de la historia de la F1 se fue alejando más y más de sus máximos rivales, dejando el espectáculo a sus perseguidores.

Destacó el duelo entre Webber y Alonso. El australiano, aun con el alerón tocado por un toque con Van der Garde, se defendía en el segundo sector, donde era más rápido, ante los ataques del asturiano. Sin embargo, en la vuelta 42, el de Ferrari lo adelantó al final de la recta de meta.

Poco después, el australiano hacía su segunda parada, Alonso le copiaba la estrategia para mantener la posición y hasta Hamilton decidía entrar en boxes con el mismo objetivo. Era el momento oportuno para hacer el último cambio de gomas para llegar hasta el final y Vettel también lo hizo, pero pocos giros después tuvo un susto al salirse de pista sin consecuencias.

Alonso, directo a por Hamilton

Por detrás, Alonso doblaba a su compañero de equipo, el brasileño Felipe Massa, quien realizó una excelente carrera después de la malísima clasificación en la que tuvo un accidente y salió en decimosexta posición.

El sudamericano no puso resistencia a un Alonso que se fue directo a por Hamilton. El inglés no tenía el mismo ritmo que el asturiano, y en la vuelta 63 se vio sorprendido por un misil rojo, un Ferrari que lo pasó con el DRS en la recta de meta.

Ya no había tiempo para sorprender a un Vettel que incluso en el último giro intentó llevarse el triplete con la vuelta más rápida en carrera. Ese `premio' quedó finalmente en manos de su compañero y «rival número uno» Mark Webber. A pesar de ello, el alemán lo celebró como si hubiese ganado el Mundial.